LA confianza de más de 2,2 millones de clientes convierte al León el automóvil más vendido en los anales del mercado español. Este registro es fruto de una lograda combinación de calidad y veteranía. Veinte años después de ver la luz, el discreto y eficiente modelo presenta una cuarta generación con hechura y contenido renovados, dispuesta a agradar y convencer como hasta ahora. SEAT la estrenará en abril en formato de cinco puertas y en junio con envase familiar. Dispondrá de un completo y variado menú motriz, que contempla propuestas gasolina (alguna con microhibridación), diésel, de gas y una híbrida enchufable; cubren una horquilla de potencia entre 90 y 204 CV.

La edición 2020 del proyecto León muestra un automóvil completamente diferente. Bastante más de lo que parece a primera vista. La sintonía estética de esta entrega con las precedentes resulta evidente, pero el tamaño y la hechura son apreciablemente distintos. Lo cierto es que la entrega que se acerca a los concesionarios modifica casi todas las líneas conocidas, aunque lo haga siguiendo un estilo tan reconocible como poco conflictivo. Quizá radique ahí, en la escasa vehemencia del diseño del León (y de todos los SEAT), la clave de su longevidad. Es probable que la figura de este coche no paralice el tráfico ni provoque giros de cuello a su paso. No obstante, sus rasgos contemporáneos y amables mantendrán la frescura y, a buen seguro, resistirán bien el paso del tiempo. Esa misma durabilidad distingue a la remesa saliente, que brinda ahora una excelente oportunidad de adquirir un turismo de calidad a un precio insuperable. Su sucesor comparece ataviado con un atuendo de cinco accesos (el fabricante renuncia a la carrocería de tres) que destaca por su esbeltez. La consigue prolongando la eslora, constriñendo la manga y rebajando la alzada, complexión que optimiza la aerodinámica del conjunto. El León 2020, que se erige sobre la misma plataforma del Golf, alcanza 4,37 metros de longitud, 1,80 de anchura y 1,45 de altura; es, por tanto, 86 milímetros más largo, 17 más estrecho y 3 más bajo. La distancia entre ejes absorbe parte del estirón (50 mm), crecimiento que necesariamente ha de fomentar el bienestar de los inquilinos del coche. El volumen útil del maletero es idéntico al ofrecido por la edición al borde de la jubilación (380 litros). La silueta familiar ST, que se hará esperar hasta junio, aprovecha sus 4,64 metros de largo para incrementar en 30 litros su capacidad de carga (617 litros).

La concepción interior se caracteriza por la misma sencillez geométrica del envoltorio. SEAT aprovecha la tecnificación propia de estos tiempos para hacer desaparecer de la vista los mandos y pulsadores que proliferan en otros modelos. Cuestión de gustos. Consigue así que, al acceder a bordo del modelo, la vista se sienta atraída por la gran pantalla táctil que parece flotar en mitad del salpicadero y, si es el caso, por el cuadro Digital Cockpit opcional que asoma tras el volante.

Como no podía ser de otro modo, el nuevo León tiene a su disposición las últimas tecnologías capaces de garantizar la precisión, el confort y la seguridad de sus movimientos; también aporta avanzados recursos de conectividad. Cuenta, asimismo, con una colección de sistemas de asistencia a la conducción. Por ahora no se conoce franja de precios por la que discurrirá el León 2020. Parece obvio, eso sí, que el progreso generalizado que experimenta esta cuarta generación repercutirá ligeramente en la tarifa, tal como ha sucedido en muchos sus competidores directos.