BIÓLOGA de formación, Isabel Iturbe es una mujer inquieta y curiosa, para quien ir aprendiendo constantemente es parte de su vida. “Hay quien se estanca, pero yo soy consciente de que me queda mucho por aprender”, dice sonriente la vicepresidenta del Bilbao Basket y miembro de la Asociación de Empresarias de Bizkaia (AED), además de subdelegada en el País Vasco de La Fundación Philippe Cousteau, que le permite volver a sus orígenes profesionales.

Aparcada la biología, Iturbe derivó su actividad laboral al campo de la consultoría con proyectos europeos, al tiempo que creaba empresas en su periplo por distintas ciudades del Estado hasta retornar a su Bilbao natal. Actualmente, entre otras iniciativas, coordina la parte de proyectos de AED dirigidos a visibilizar las potencialidades de la mujer, de empoderarla, pero sobre todo realiza funciones de acompañamiento a empresarias y emprendedoras. Desde el AED participan en el Programa de Acompañamiento, formación y creatividad para mujeres emprendedoras -Programa ANDREkintzaile- impulsado por el Departamento de Desarrollo Económico y Territorial de la Diputación Foral de Bizkaia. Según explica Isabel el objetivo que buscan es apoyar el emprendimiento femenino, y coordinado por Bilbao-Metropoli 30 en el que empresarias con una larga trayectoria profesional, ayudan a emprendedores a través de sus experiencias. “Es una iniciativa muy interesante que reporta muchas satisfacciones”, explica sonriente.

Isabel Iturbe lleva también la secretaría técnica del programa Explorer de start-up, empresas de innovación, impulsado por el Banco Santander y el centro internacional de emprendimiento de la entidad, ubicado en el Cedemi de la localidad vizcaina de Barakaldo.

“En este proyecto tutorizó y la mentorización la llevan a cabo desde Secot. Lo que estamos detectando es que hay poquísimas mujeres en el ámbito tecnológico. A priori se apuntan un porcentaje alto pero no acaban finalizando; ser emprendedor no es tarea fácil, porque creo que, por lo general, es un tema en el que las mujeres somos un poco más segurolas, mientras que el hombre está metido en mil asuntos sin cuestionarse nada”, apunta. En opinión de Iturbe es necesario que las mujeres busquen las herramientas necesarias para avanzar. “Es importante para que ellas no se descuelguen de estos procesos”, recalca, al tiempo que reconoce que tal vez el problema radique tanto en el perfeccionismo de las emprendedoras al llevar a cabo un proyecto como en el proteccionismo.

Metida en mil y una iniciativas, además de la licenciatura de biología tiene el máster de nutrición, cuenta con un MBA y no cierra las puertas a proyectos interesantes en cualquier área. “No puede ser que las mujeres sigamos copando los puestos en educación y sanidad... en todos los campos que tienen que ver con el cuidado; las mentalidades van cambiando, pero demasiado lentamente”, destacó Isabel Iturbe.

Sobre la relación de la mujer con el deporte se muestra esperanzada, porque ahora se está apoyándola, aunque tenemos que ser más visibles. En opinión de Iturbe, mujeres deportistas ha existido siempre, pero realizaban su labor desde el anonimato. “Lo que pasa es que no salían. Este es un tema de economía; que la mujer sea menos destacada lo mueven los medios, sobre todo la televisión. Aquellos deportes sostenidos por las teles son los que más ingresos generan y los que más ayudas dispondrán.

Hay mujeres en deportes individuales que pueden destacar, pero a nivel de equipo los patrocinios están muy complejos, incluso para el baloncesto masculino que ha sufrido la burbuja, porque al final quien manda es la televisión, que se ha volcado en el fútbol dejando a los demás deportes como minoritarios en cuanto a espectadores”, explica con vehemencia, satisfecha porque actualmente hay un montón de chavalas que hacen deporte, que asumen como propio los valores que conlleva: el sacrificio y el trabajo en equipo.