En Arequipa, Perú, la mayor parte de las canteras se encuentran cerca del aeropuerto Rodríguez Ballón. En la actualidad, existe La ruta del sillar como lugar de interés y de visita turística. Se inicia en las canteras de Añashuaycos, en el distrito de Cerro Colorado, que se encuentra a 40 minutos de distancia de la ciudad de Arequipa.
Este circuito es administrado por la red de cortadores de sillar y comprende una longitud de dos mil metros, abarcando las canteras de Añashuaycos, Cortadores y la cantera Virgen de Culebrillas. Durante el recorrido se puede conversar de primera mano con los canteros y maestros artesanos, quienes permiten participar del trabajo de formar un bloque de sillar. La labor de los escultores es espectacular.
Ciudad entre volcanes
Arequipa se halla en una zona de gran actividad orogénica. Prueba de ello son los grandes volcanes que la rodean: el Misti (5.821 m), el Chachani (6.075 m) o el Pichu Pichu Pichu (5.515m) que se alzan amenazadores y majestuosos sobre el paisaje que circunda la ciudad. Debido a las cenizas que emitieron estas montañas de fuego, la campiña arequipeña es extremadamente fértil y vistosa.
Arequipa es una hermosa ciudad colonial considerada como la más españolizada de todo el país. Los trazos y edificaciones de la urbe permiten al viajero disfrutar del rancio sabor que posee toda ciudad vieja y a la vez del modo de vida moderno habitual en cualquier gran metrópoli.
El barrio de San Lázaro
El barrio de San Lázaro es el primer conjunto de calles y viviendas que nacieron en Arequipa; su origen es anterior a la fundación de la ciudad. El barrio está compuesto por varias calles estrechas y empedradas con adoquines negros y muros blancos hechos de sillar, muy utilizado para la construcción de templos y palacios.
En el barrio destaca una pequeña capilla considerada una de las más antiguas de la ciudad. Las callejuelas estrechas, los muros blancos y el silencio del lugar brindan una atmósfera indescriptible.
Allí se puede adquirir el famoso pan Ripacha hecho a base de trigo.
Al pertenecer este barrio al centro histórico de Arequipa, es considerado Patrimonio de la Humanidad por La Unesco. A su vez, el Instituto Nacional de Cultura del Perú (INC) declaró el barrio como Ambiente Urbano Monumental.
Sólo el caminar por estas calles ya es una experiencia inolvidable; se puede sentir la emoción de otros tiempos, el entusiasmo que provoca el pasado lleno de evocaciones y recuerdos, como si el tiempo se hubiese detenido para recordarnos los orígenes de la presencia española en Arequipa.
En el centro histórico destaca la plaza de Armas. Cuando se fundó la ciudad el 15 de agosto de 1540 por Garci Manuel de Carvajal en el valle del río Chilli como Villa de la Asunción de Nuestra Señora del Valle Hermoso de Arequipa, empezó a construirse con ella la plaza de Armas. Al poco tiempo de fundada la villa, Carlos V de Alemania y I de España la elevó a la categoría de ciudad. Destaca por su gran tamaño, elegancia y sobre todo por sus portales coloniales hechos en granito.
Sobre el extremo norte de la plaza se encuentra la Catedral, majestuosa y de estilo neoclásico, y a poca distancia la Iglesia de La Compañía, uno de los templos más antiguos de la ciudad. Su portada presenta una espléndida decoración plateresca y su interior muestra una hermosa sacristía decorada con lienzos de la escuela cuzqueña. Especialmente notable es su excelente claustro de estilo barroco mestizo con tres patios.
El monasterio de Santa Catalina
Es una obra maestra de la arquitectura conventual y uno de los pocos monasterios del mundo que cuenta con ciudadela propia. Este inmenso complejo histórico, construido con más de 20.400 metros cuadrados de sillar, constituye un barrio independiente dentro de la propia Arequipa. Desde su inauguración, el convento fue ocupado por un máximo de 450 monjas de clausura. Hoy todavía vive una pequeña congregación dentro del monasterio enclaustrada en su ala norte.
Santa Catalina abrió sus puertas al público y al mundo en 1970, tras cuatrocientos años de aislamiento. El paseo por sus dependencias se realiza con comodidad siguiendo una ruta perfectamente señalizada. Sus sectores más importantes son los tres claustros (el Principal, el de las Novicias y el de los Naranjos), las tres huertas, las callejuelas con nombres de poblaciones españolas y la plazoleta de Zocodover, donde se reunían las monjas para intercambiar las artesanías que fabricaban.
Museo de los santuarios andinos
En este museo se pueden encontrar objetos de orfebrería, huacos y textiles prehispánicos. Su pieza más valiosa es la Momia Juanita, también conocida como la Dama de Ampato, una adolescente inca de unos 12 o 14 años que fue encontrada congelada y casi intacta el 8 de septiembre de 1995 en una tumba ceremonial de sacrificio en la cumbre del volcán Ampato.
La descubrió el antropólogo Johann Reinhard, de ahí lo de Juanita. Por lo visto la tal Juanita murió de un golpe en la sien y se especula que tal vez fue una ofrenda al Apu Ampato.
De entre toda la diversidad de iglesias: la de San Agustín, San Francisco o Santo Domingo habría que destacar La Recoleta. Se trata de un monasterio edificado en 1648 por la orden franciscana en la orilla occidental del río Chili. Las dependencias del templo albergan un pequeño museo y una fabulosa biblioteca con más de 20.000 volúmenes entre los que se encuentran un buen número de incunables, siendo el más antiguo de ellos un magnífico ejemplar fechado en 1494.
Durante la visita al monasterio pueden conocerse las celdas de algunos monjes y se permite caminar libremente por los claustros. Además, hay una pinacoteca con dos salas de arte precolombino y otras dos dedicadas a la amazonia con objetos indígenas llevados por los misioneros y con una variada muestra de animales selváticos disecados.
Casa-museo de Mario Vargas Llosa
El premio Nobel de literatura Mario Vargas Llosa nació y vivió durante su infancia en Arequipa. En su casa natal hay un magnífico museo que recorre su vida y su obra a través de videos interactivos, audios, hologramas y objetos de su pertenencia. La visita comienza en la habitación que ocupaba el Nobel cuando era pequeño, contando sus primeros años de vida para luego ir adentrándose en su adolescencia, juventud y adultez.
Después continúa por diferentes cuartos, cada uno ambientado en una de sus diversas etapas, tanto en Perú como en Europa: Madrid, Barcelona, Londres o París. Se narran sus viajes, pensamientos y relaciones con otros escritores. Se cuenta desde sus primeros pasos en su formación y carrera de escritor hasta su incursión en la vida política peruana o la obtención del Premio Nobel de Literatura en el año 2010, del que puede verse una réplica y escucharse un fragmento del discurso que dio en Estocolmo, Suecia, el día de su premiación.
También se muestran ediciones originales de sus obras, manuscritos y demás objetos personales.
En la trasera de la casa hay un cine-teatro donde suelen exponerse obras y conferencias relacionadas con el escritor. En este museo, además de adentrarte en la vida del autor paralelamente lo haces en la vida social, cultural y política del país durante todos esos años.
El mirador de Yanahuara
Este mirador ofrece una vista privilegiada de la ciudad y del volcán Misti. Desde su altura, 2.300 m sobre el nivel del mar se domina toda la ciudad con sus callejuelas empedradas y construcciones coloniales. En este lugar se pueden tomar fotografías con el fondo de los tres volcanes de la ciudad.
El mirador es un conjunto de bellos arcos de sillar construidos durante el siglo XIX. Los arcos indican los fragmentos de los versos de poemas que corresponden a literatos arequipeños. En este barrio se encuentra la capilla de Yanahuara, construida en el siglo XVIII en estilo barroco, muy solicitada por los lugareños para matrimonios y otras actividades religiosas. Al costado de la iglesia hay una tienda de artesanía donde venden varios productos y lo que llama más la atención: el Pasaporte Arequipeño. Allí mismo está la plaza de Yanahuara embellecida con palmeras, el silencio y el sosiego se hacen protagonistas.
Gastronomía
La tradición culinaria arequipeña goza de un reconocido prestigio en todo el Perú. En esta región se cocinan gran cantidad de platos autóctonos que conforman en conjunto una parte importante de la variedad gastronómica del país. El rocoto relleno (pimiento relleno de carne y arroz), la ocopa (patatas con salsa picante y queso), el anticucho (brocheta de corazón de ternera) o el chupe de camarones (sopa de cangrejos de río), todos ellos son guisos originarios de Arequipa y están considerados como algunos de los más apreciados y característicos platos nacionales.
También lo son el pastel de papa (puré de papas y carne picada) y el queso helado (es un dulce lácteo helado que a pesar de su nombre no lleva queso entre sus ingredientes, es sabroso y muy consumido en la ciudad).
Por ello, no debemos desaprovechar nuestra estancia en esta población para visitar con preferencia los restaurantes especializados en comida local. Los mejores se hallan sobre todo en los barrios periféricos de la ciudad.