BARCENA Mayor no llega al centenar de habitantes y, quizás por ello, es uno de los pueblos con más encanto del Estado. Localidad cántabra declarada Conjunto Histórico Artístico en 1980, está a un paso de Bizkaia y destaca por sus casas pintorescas, su ausencia de coches, una iglesia del siglo XVII y la posibilidad de realizar rutas en su entorno.

Al pequeño pueblo cántabro se accede desde la carretera que une Cabezón de la Sal y Reinosa, en una desviación pasado Fresneda. Un aparcamiento en su entrada permite el paseo tranquilo a pie por Bárcena Mayor, que se remonta al siglo XVII. Es un pueblo rústico situado en el corazón de la reserva del Saja, que destaca por su aire pintoresco, las pequeñas colinas de su entorno y los cuidados y floridos caseríos montañeses, de forma rectangular y concentrados en dos calles principales y plazas.

Además de sus casas típicas de la zona, la mayoría con fachadas orientadas al mediodía o al Oriente y que combinan la mampostería con la sillería y el interior de madera, conviene visitar la iglesia local, con la advocación a Santa María, del siglo XVII y con un interesante retablo barroco que data del siglo XVIII.

Atracción turística

Localidad cántabra con mayor atractivo turístico después de Santillana del Mar y Cabuérniga, además de la más antigua, Bárcena Mayor se disfruta más ahora que con la llegada del buen tiempo, tanto en primavera como en verano. Un paseo casi solitario por sus empedradas calles supone una experiencia difícil de olvidar a medida que se descubren las fachadas de las casas montañesas, sus solanas y escudos, así como de otros elementos bien conservados como lavaderos, cuadras, socarrenas, hornos de pan...