Laso-Martija 18

Altuna-Imaz 22

Duración: 68:57 minutos de juego.

Saques: 1 de Laso (tanto 10) y 1 de Altuna III (tanto 20).

Pelotazos: 565.

Tantos en juego: 12 de Laso, 11 de Altuna III y 4 de Imaz.

Errores: 5 de Laso, 1 de Martija, 3 de Altuna III y 2 de Imaz.

Marcador: 1-0, 2-1, 3-10, 6-11, 7-14, 7-15, 8-15, 13-16, 14-16, 14-17, 15-18, 15-19, 16-20, 18-21 y 18-22.

Incidencias: Partido correspondiente a la liguilla de clasificación del Masters CaixaBank disputado en el Gurea de Azkoitia. Lleno. En el primer partido, Egiguren V-Bikuña ganaron a Alberdi-Eskiroz (19-22).

El verano crea momento inesperados en los frontones. Partidos mágicos dignos de las rondas finales de cualquier campeonato oficial. Pelotaris desatados y sin miedo al error para ofrecer un espectáculo sobresaliente. El frontón Gurea de Azkoitia terminó en pie después de la jornada del Masters CaixaBank de ayer lunes. Jokin Altuna y Ander Imaz vencieron por 18-22 a Unai Laso y Julen Martija, pero el resultado quedó en un segundo plano tras la exhibición mostrada por los cuatro protagonistas. Los delanteros tuvieron sus instantes de magia y acabaron los tantos de mil y una maneras. Por su parte, los zagueros fueron incapaces de dominarse el uno al otro durante todo el partido e intercambiaron fases de mando. Lo que no faltó fue e trabajo descomunal, una exigencia al rival máxima, siempre obligando a dar un pelotazo más. Altuna e Imaz se llevaron el punto, pero el aplauso atronador fue para los cuatro.

Fue un partido que creció a cada pelotazo. Los primeros compases no hicieron pensar a nadie lo que estaba por venir. Altuna e Imaz comenzaron perdiendo 2-0 y eso les sirvió como despertador para dominar el encuentro a partir de ahí. El delantero amezketarra eligió siempre la mejor opción y su compañero dominó en el primer intercambio (2-10).

Pero a partir de ahí la tendencia cambió para llegar a un 18-20 lleno de emoción. Altuna e Imaz no bajaron su juego, pero Laso y Martija sí que subieron su rendimiento. El errotarra entró en juego y eso es sinónimo de velocidad y peligro. Los tantos empezaron a ser colorados y esa confianza se trasladó también a Martija, que comenzó a mandar y a aparecer en todas partes para cerrar cualquier hueco que dejaba su compañero. Pero esos dos tantos fueron una frontera que Laso y Martija no fueron capaces de atravesar. Faltó rematar la racha y eso ante un pelotari como Altuna se paga caro. El amezketarra, en situación crítica, fue capaz de encontrar tantos en momentos inesperados, de sobrevivir a base de genialidad para cerrar el choque con una dejada magistral.