Jon Rahm no pudo superar la fase de grupos del WGC-Match Play de Austin después de ceder ayer ante Billy Horschel por 5y 4 en un día totalmente negativo en el que no jugó bien y tampoco tuvo suerte. El de Barrika no pudo sacar su mejor juego de forma regular. El único día que lo hizo venció a Keith Mitchell, pero en las otras dos jornadas fue víctima de dos notables jugadores de match-play que no le perdonaron y le condenaron a la eliminación prematura en un torneo en el que, como suele ser habitual, avanzaron muchos jugadores de peor ranking. Además, esta última cita con este formato y con la serie de Campeonatos del Mundo dejó a doce estadounidenses entre los dieciséis clasificados y fue dura con los europeos ya que solo Rory McIlroy avanzó entre las figuras del Viejo Continente. Luke Donald, capitán de la Ryder Cup, lo debió mirar con preocupación, aunque aún quedan seis meses para Roma.

La jornada empezó torcida y ya no hubo manera de darle vuelta porque Rahm careció de precisión en el juego de tee a green y no logró ni un solo birdie en los catorce hoyos que pudo disputar. En el hoyo 2, una mala salida le condenó a un doble bogey, puso la iniciativa en manos de Horschel y el correoso golfista de Florida, ganador en 2021, ya no la soltó. El barrikoztarra solo pudo ganar un hoyo, el 6, porque su rival hizo un bogey. En ese momento, la distancia solo era de un hoyo, pero la necesidad de ganar llevó a Rahm a cometer muchos errores.

En el 8, llegó un tripateo, algo que le ocurrió en los tres partidos, para volver a los dos hoyos de desventaja. Horschel ganó de nuevo el 10 con un gran birdie y puso al número 2 del mundo contra las cuerdas. En el 11, Rahm se fue al agua y con otro doble-bogey solo le quedaba ir a la desesperada. Pero tampoco tuvo suerte. En el 12, cuando estaba en posición de recortar, fue penalizado con un golpe porque su bola, que estaba en posición inestable en el antegreen, se movió mínimamente y de forma involuntaria cuando el de Barrika, sin tocarla, hacía su rutina previa al golpe. La oportunidad de ganar el hoyo quedó en empate ante un Horschel casi infalible.

Otra oportunidad de birdie en el 13 murió en una cruel corbata y en el 14 el estadounidense embocó para birdie desde más de seis metros y obligó a Jon Rahm a no fallar para, al menos, prolongar el partido. Pero la bola quedó colgando del agujero y ya solo quedó asumir la derrota y felicitar al rival, que fue mucho mejor. El barrikoztarra cierra así una serie de torneos en los que le han abandonado la inspiración y la fortuna y ya piensa en el Masters, que arrancará el 6 de abril.

Entre los clasificados para las eliminatorias, estuvo Matt Kuchar, el veterano estadounidense que ya fue campeón del torneo e igualó ayer las 36 victorias de Tiger Woods en el Mundial Match-Play.