Unai Simón lo tiene todo sumamente claro, quizá uno de los que más. Siempre lo dice todo muy claro y cada rueda de prensa suya es una auténtica gozada. Su ilusión ha sido jugar en el Athletic y nunca ha tenido la tentación de salir de aquí, no quiere, no le interesa, es feliz en Lezama, con los suyos. Simón es uno de nuestros mejores embajadores.
Unai firma hasta 2029 y sin clausula en un ejercicio como antes hicieron otros de no abrir la puerta a la especulación en torno a su futuro. Rojiblanco convencido el guardameta es consciente del puesto que ocupa y la trascendencia de sus actos. Ser uno de los herederos de Iribar es lo suficientemente importante como para entender lo que pesa la camiseta del 1 del Athletic.
Portero sobrio
Hablar del de Murgia como guardameta es sumamente fácil. Cierto es que esta campaña se ha salido, pero en las anteriores no estuvo nada mal. Internacional indiscutible y con el respeto de todos, Unai se ha ganado el cariño de todos por su profesionalidad baja el arco y por la forma en la que afronta cada momento. Portero sobrio donde los haya. De los que no hace paradas de cara a la galería.
La lección que ha dado esta campaña no siendo el portero titular en la copa será recordada como ejemplo a seguir por los jóvenes que quieren llegar donde esta Simón. Su apoyo incondicional a Julen Agirrezabala y los gestos sinceros en cada ocasión en la que se necesitaba de él, dicen mucho de un crak en esto del fútbol.
La renovación de Unai Simón, no por no esperada, es un subidón emocional para todos nosotros. La factoría de Lezama funciona y ahora me acuerdo de gente como Peio Agirreoa que nos ha regalado porterazos como este. Hoy es un gran día, larga vida a nuestro gigante.