ESTO del fútbol es curioso. Es tan cambiante y a veces tan caprichoso que de una temporada a otra tus estimaciones sobre dónde deberías conseguir más puntos, bien en casa o fuera, te pueden dar una auténtica sorpresa. Si por algo se ha distinguido el equipo rojiblanco históricamente es porque en La Catedral siempre ha sido un equipo muy fiable. Lejos de Bilbao la cosa cambiaba y hasta se asumía como algo normal. Los leones en su guarida comandan los partidos y con el apoyo de la afición son un rival temible que no escatima en esfuerzos y regala a su parroquia dosis ingentes de entrega, casta y voluntad. El asunto es que en los últimos tiempos no vale solo con eso. Es necesario marcar un gol más que el rival y en esta faceta los objetivos no se están cumpliendo.
Bien porque los rivales se cierran, son mejores que tú o que no se tiene el día de cara a gol, esto es lo más habitual, los socios/as del Athletic solo han visto ganar a los suyos en sus localidades en siete ocasiones. Se han jugado dieciséis partidos en San Mamés los demás han sido tres empates y seis derrotas. Son guarismos muy extraños acostumbrados a que precisamente es en tu casa donde crees que van a estar las opciones reales de alcanzar el objetivo.
Curiosamente la cosa cambia y mucho fuera de casa. El equipo de Valverde sería el quinto mejor equipo como visitante. Un equipo que sabe correr y que disfruta con espacios, ve cómo lejos de su feudo consigue casi los mismos puntos. Obviamente la clasificación suma ambas situaciones, pero casi siempre los entrenadores buscan una mayor regularidad donde se sienten respaldados por su público. Esta temporada en este sentido nadie se puede quejar. Hasta en los días en los que los horarios penalizaban la posibilidad de asistencia, hemos asistido a grandes entradas y lo que es mejor un apoyo incondicional desde la grada desde el primer minuto. El ejemplo más claro de los problemas del equipo en su campo es la semifinal de Copa ante Osasuna. Era un día señalado y no se pudo lograr el pase a la final con récord de asistencia.
Tras caer ante el Sevilla de Mendilibar ahora lo que toca es levantarse y buscar en Mallorca lo no conseguido en Bilbao. Como sabemos cómo se las gasta la tropa de Ernesto, pocas dudas hay en cuanto a las posibilidades de éxito ante los de Aguirre, son muy capaces. Lo peor una vez más las bajas que puede acumular Valverde. Muy complicado para Iñigo y Muniain y baja segura de Sancet por tarjetas. Es verdad que regresa Vesga, pero son bajas muy importantes y faltará quien mejor saca la pelota desde atrás con una jerarquía defensiva determinante y dos futbolistas que en creación son vitales para este equipo. A por la victoria. l