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Mesa de redacción

Asier Diez Mon

Fuegos fatuos

Como no he vivido el arrebato de encaminar los pasos hacia un “faro de la esperanza”, imagino que cuando Pello Otxandiano dice que las protestas contra Israel en el final de etapa interruptus de la Vuelta en Bilbao han dado “un motivo para la esperanza ante el mundo”, se refiere a algo parecido al fulgor del bastón de Gandalf cabalgando colina abajo para romper el cerco de orcos en el Abismo de Helm. En los pueblos pequeños todos se conocen y en este en el que vivimos no nos sorprenden ciertos comportamientos ni la condescendecia ética de algunos en función de la causa. No hace falta entrar en detalles. Ni cuestionarse el peso que pudo tener en la bronca el paso de la gran cita española del ciclismo por Bizkaia. Que cada uno saque sus conclusiones. Si hay algo que todos podemos compartir es la vergüenza por la impunidad con la que Israel masacra a los gazatíes. Es algo que nos supera en lo emocional y se queda fuera del alcance de nuestras acciones y es cierto que la única respuesta que nos queda es la de la protesta y la manifestación, pero siempre de forma pacífica, sin incidentes. Ahí está el ejemplo de la flotilla que surcó el sábado la Ría y todos los que pueden venir. En todo caso, la solidaridad ni reconforta a los gazatíes ni desalienta al gobierno israelí. La solución está en la oposición en Israel y en la presión internacional, son el faro de la esperanza, lo de la llegada de la Vuelta a Bilbao, fuegos artificiales fatuos.