LA Variante Sur Metropolitana, que gasta apodo de superhéroe, Supersur, tiene el don de uno de los personajes de Los Increíbles, Hellen Parr, cuando viste de paisana, y Elastigirl, cuando aborda una de sus misiones estirándose siempre más allá de sus límites como si fuese de goma. Ayer se anunció que el próximo 5 de abril, vísperas de la Semana Santa en rojo, la Supersur ganará distancia con el estreno de 4,7 kilómetros entre el tronco principal y los accesos necesarios, lo que va a facilitar una conexión rápida, cómoda y segura con la meseta.
Ya lo ven, más agilidad para la circulación. No en vano, en apenas tres minutos se sorteará esa nueva distancia ganada por el asfalto a la tierra. Se cruzará a la velocidad del rayo, vamos, algo de agradecer en estos días festivos donde no hay un segundo que perder para disfrutar de unas vacaciones exprés.
La apertura de estas obras recuerda, qué sé yo, a los puntos de sutura necesarios para darle salud al tráfico rodado de Bizkaia. Según aseguran las gentes que conocen estas maniobras, con la apertura anunciada se va cerrando la gran variante de Bizkaia. Al parecer, la VSM quedará conectada en Trapagaran con la autovía del Puerto (destino prioritario para el transporte de mercancías por carretera); con la A-8 hacia el noroeste peninsular, y con el futuro subfluvial bajo la ría entre Sestao y Getxo; en Kastrexana, la VSM conecta con el corredor del Kadagua y con los accesos a Bilbao Sur desde la A-8; en Larraskitu con los accesos a Bilbao Este y con la AP-8 hacia Gipuzkoa; y en Arrigorriaga con la AP-68, principal vía de alta capacidad de conexión con la meseta y el corredor mediterráneo. Explicarlo sobre el papel es más complejo que comprobarlo sobre ruedas. Es un alivio para la conducción, vienen a decir los usuarios habituales. Bienvenido sea.