EL Instituto vasco de Estadística nos pone de nuevo frente al espejo una realidad que acarreará consecuencias en nuestro futuro, no el de largo plazo, sino ya en el de medio. Entre enero y marzo nacieron menos niños y niñas en Euskadi. Bizkaia no se libra de la tendencia y reproduce también un inquietante descenso en el número de alumbramientos. Los ratios en los colegios ya comienzan a modificarse y son no pocas las empresas las que se remueven ante la falta de profesionales en próximos años. El reto demográfico no es baladí, lo mismo que formar una familia. Dos caras de una misma moneda.