ESULTA patente que las farmacéuticas dueñas de las vacunas anticovid se están haciendo de oro. Alguna, como Moderna, que no habían ganado un chavo en su vida, hacían caja como si no hubiera un mañana, que a lo peor no lo hay. Así que no lloro por su pérdida de valor en Bolsa ante la expectativa de que se les quite la exclusiva de sus patentes. Quien más, quien menos, la han sustentado en parte o totalmente en fondos públicos. Más pena me dan los modestos ahorradores cuyo fondo de inversión baila al son de los especuladores que ganan dinero con la muerte y lo pierden con la salud.