El presidente ruso, Vladímir Putin, advirtió hoy a Finlandia que, mientras antes no había ningún problema en las relaciones entre ambos países, "ahora los habrá" por entrar en la OTAN.

"No había problemas. Ahora, los habrá. Crearemos el distrito militar de Leningrado (noroeste) y concentraremos allí ciertas unidades militares. ¿Para que lo necesitaban? Son simples tonterías", dijo en declaraciones al programa de televisión "Moscú. Kremlin. Putin".

Recuerda que todos los contenciosos territoriales entre ambos países se resolvieron a mediados del siglo XX, por lo que lamentó que "Finlandia fuera arrastrada a la OTAN".

"Teníamos unas relaciones muy buenas y cordiales", insistió.

Error de cálculo

Moscú se propone reforzar su flanco noroccidental, especialmente la región que rodea la segunda ciudad del país, San Petersburgo, que se encuentra a apenas unos 300 kilómetros de la capital finlandesa, Helsinki. Los expertos consideran que el ingreso finlandés en la Alianza Atlántica es uno de los mayores errores de cálculo de Putin al lanzar en febrero de 2022 su campaña militar en Ucrania.

Esta semana el Kremlin ya avisó que el despliegue de tropas estadounidenses en territorio finlandés será una amenaza evidente para Rusia.

Finlandia y Estados Unidos alcanzaron un acuerdo de cooperación en materia de defensa (DCA, por sus siglas en inglés) que permitirá a las tropas estadounidenses el uso de 15 bases militares en el país nórdico, según informó este jueves el Gobierno finlandés.

OTAN

El Ministerio de Exteriores finlandés explicó en un comunicado que el DCA reforzará la defensa del país nórdico porque permite la presencia y adiestramiento de fuerzas estadounidenses y el almacenamiento de material de defensa en su territorio.

Finlandia, el país de la Unión Europea con la frontera más larga con Rusia (1.340 kilómetros), optó por dejar atrás su tradicional política de neutralidad tras el comienzo de la campaña militar rusa de Ucrania y culminó en tiempo récord su ingreso en la OTAN el pasado abril.

Helsinki, al que Moscú amenazó con contramedidas, incluidas "técnico-militares", si firmaba el DCA, cerró en noviembre la frontera con Rusia y la reabrió esta semana, pero la volvió a cerrar 24 horas más tarde debido al incremento del número de inmigrantes de Oriente Medio.

Las autoridades del país nórdico acusan a Moscú de recurrir a métodos de "guerra híbrida" similares a los utilizados hace dos años por Bielorrusia en la frontera con Polonia.