El arroz blanco no se te volverá a pasar gracias a este sencillo truco al cocinarlo
El creador gastronómico @melonsinjamon ha compartido un método sencillo y efectivo para cocinar arroz blanco sin que se pegue ni quede pasado
El arroz blanco no solo es un básico en la cocina, sino también un alimento con un gran valor nutricional. Es una fuente importante de carbohidratos complejos, que proporcionan energía sostenida durante el día y ayudan a mantener la sensación de saciedad. Aunque su contenido en proteínas es moderado, aporta aminoácidos esenciales que complementan perfectamente con legumbres o verduras.
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Además, contiene vitaminas del grupo B, que favorecen el metabolismo y el correcto funcionamiento del sistema nervioso. Es bajo en grasas y no contiene gluten, por lo que resulta ideal para dietas ligeras o para personas con intolerancia. Si bien el arroz integral ofrece más fibra y minerales al conservar el salvado, el arroz blanco sigue siendo una opción saludable y versátil, perfecta como base de comidas equilibradas cuando se combina con otros alimentos ricos en nutrientes.
El primer error que comete la mayoría de la gente está antes de encender el fuego. Según los influencers que llevan la cuenta de Tiktok @melonsinjamon, es fundamental lavar el arroz varias veces hasta que el agua salga casi transparente. Esto elimina el exceso de almidón que hace que los granos se apelmacen. Lo ideal es enjuagarlo unas tres o cuatro veces, removiéndolo suavemente con las manos. Este paso marca la diferencia entre un arroz suelto y uno pegajoso.
Sofríelo con ajo para darle sabor y soltura
El segundo paso consiste en saltear el arroz en una olla con un poco de ajo picado. No se trata de dorarlo demasiado, sino de “sellarlo”, como explica el propio cocinero: “Dale unas vueltas al arroz para sellarlo”. Este proceso recubre ligeramente los granos con aceite y evita que absorban agua en exceso durante la cocción, lo que ayuda a que mantengan su textura firme y suelta. Además, el ajo potencia el sabor sin necesidad de añadir caldos o condimentos artificiales.
La proporción de agua, la clave del éxito
El truco final está en la cantidad exacta de agua y el control del fuego. Una vez salteado, cubre el arroz con agua “hasta un dedo por encima". Luego, lleva a ebullición a fuego fuerte y, en cuanto hierva, baja al mínimo y tapa la olla durante 12 o 13 minutos. Sin remover ni destapar, el arroz absorberá el agua de manera uniforme. Pasado ese tiempo, se deja reposar un par de minutos con el fuego apagado antes de soltarlo y emplatarlo.
Con este sencillo sistema, el arroz queda blanco, suelto y con el punto justo de cocción, ideal como acompañamiento o base para platos más elaborados.
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