Ingredientes sencillos, preparación rápida y un resultado que sorprende. Así es la receta de cebolla gratinada al horno con queso que arrasa en redes sociales. El motivo de su éxito es claro: cualquiera puede hacerla en casa sin complicarse. Solo se necesita una cebolla grande, queso mozzarella, queso parmesano, un poco de sal, aceite de oliva virgen extra, pimentón y ajo en polvo.

La preparación arranca con una bandeja cubierta de papel vegetal. Primero se extiende una capa de queso mozzarella rallado, encima otra de queso parmesano y, después, las rodajas finas de cebolla bien distribuidas. Se añade un poco de sal, un chorro de aceite de oliva y se corona con el toque de pimentón y ajo granulado, que dan aroma y color al plato.

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Una preparación rápida

El horno se precalienta a 180 grados y la bandeja se introduce durante 20 o 25 minutos, hasta que la superficie quede dorada. Mientras tanto, los quesos se funden, la cebolla se carameliza y los bordes se vuelven crujientes. El resultado es una mezcla de sabores que funciona: el dulzor de la cebolla contrasta con el punto intenso de los quesos y las especias.

El gran atractivo está en su simplicidad. No requiere técnica complicada ni ingredientes raros, pero el aspecto final parece el de un plato mucho más elaborado. Es perfecto para improvisar una cena rápida o servir como entrante cuando hay invitados.

Versatilidad en la mesa

Lo bueno de esta receta es que se puede adaptar a cada gusto. Quien busque un sabor más suave puede cambiar el parmesano por gouda o emmental. Para darle un aire mediterráneo, basta con añadir orégano, tomillo o romero. Incluso se le puede dar un giro picante con pimentón fuerte o unas escamas de guindilla.

Pimentón Pixabay

En la mesa, sirve tanto de entrante, como de guarnición para carnes o pescados. También puede convertirse en un plato principal ligero acompañado de una ensalada. Y si sobra, no hay problema: se recalienta en unos minutos y recupera su textura crujiente.

El fenómeno en redes sociales

Más allá del sabor, lo que ha convertido a esta receta en viral es su facilidad para compartirse. En plataformas como TikTok o Instagram, abundan los vídeos mostrando el paso a paso. Su aspecto es vistoso, los pasos son simples y el resultado siempre sorprende, lo que anima a cualquiera a probarla.

Este crujiente de cebolla y queso demuestra que, en cocina, no siempre hacen falta elaboraciones complejas. Con media hora de tiempo y productos básicos se consigue un plato sabroso, fácil de repetir y que se presta a variaciones. Una muestra clara de cómo lo sencillo, bien hecho, puede convertirse en tendencia.

Detalles a tener en cuenta

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Aunque la receta no tiene complicaciones, hay pequeños trucos que marcan la diferencia. Lo más importante es prestar la debida atención a cortar la cebolla en rodajas finas, así se cocina bien en el horno y no queda dura por dentro. También conviene escurrirla ligeramente con papel de cocina antes de montarla sobre el queso, para evitar que suelte demasiada agua y ablande la base.

Otro consejo es vigilar el horno en los últimos minutos, ya que el queso puede pasar de dorado a quemado en cuestión de segundos. Si se quiere un acabado más crujiente, basta con poner un par de minutos el modo gratinar. Y, para quienes son sensibles al sabor fuerte de la cebolla, se puede blanquear previamente en agua caliente durante unos segundos antes de hornear.