La liga regular del grupo I de Primera RFEF entra ya en su arreón definitivo. Restan por delante diez jornadas, treinta puntos por disputar para cada equipo, y en esta decena final los partidos, se entiende, se jugarán a cara de perro por aquello de que una victoria vale su peso en oro y que no sumar implica, por el contrario, ceder en el camino, lo que pude resultar fatídico. Sobre todo en lo concerniente a la pelea por evitar el descenso, que suele presentar tintes dramáticos y en la que están implicados el Sestao River y el Amorebieta, clasificados en la décimo séptima y décimo novena posición, respectivamente, por lo que los dos conjuntos vizcainos, que además tienen en común la salida anticipada de sus entrenadores que comenzaron el curso, perderían la categoría si a día de hoy finalizara la temporada. Sin embargo, el ejercicio no baja la persiana hasta el 25 de mayo, al margen de los diferentes play-offs que se disputarán en las semanas posteriores, por lo que tanto el conjunto verdinegro como el azul cuentan con margen de tiempo para resetearse y encarar este tramo determinante con garantías creíbles de hacer realidad el objetivo de evitar la quema.

La última jornada disputada el pasado fin de semana no ha hecho más que ratificar los dos bloques en que se han partido el grupo. Por arriba, la Cultural Leonesa pone rumbo al ascenso directo por delante de una congregación se nueve equipos, entre ellos el Barakaldo y el Bilbao Athletic, que pujan por las plazas de play-off, mientras que desde el undécimo clasificado, el Tarazona, hasta el último, el Barça Atlètic, hay solo una renta de diez puntos, por lo que la batalla entre este grupete cabecero se antoja estresante. Diez encuentros en los que se va a poner la lupa desde el primer segundo y hasta el último. Diez encuentros en lo que no habrá tregua y donde todas las escuadras implicadas han analizado al detalle los compromisos que le restan en su particular carrera por la salvación. El Sestao River y el Amorebieta asumen el momento, que pasa por lo más inminente, la jornada venidera, en la que ambos reciben en sus respectivos feudos a rivales directos. El conjunto de Igor Oca, que se volverá a sentar en el banquillo de Las Llanas casi cuatro años después de que lo hiciera por última vez en su primera etapa en Sestao, se medirá el sábado al Tarazona, con cinco puntos más en la tabla, en un encuentro crucial para los verdinegros, como ocurre en el caso del Amorebieta, que repite el domingo en Urritxe, donde se la juega ante Osasuna Promesas, que tiene un colchón de siete puntos sobre los azules.

Tras esta primera final, restan nueve más. Tanto el Sestao River como el Amorebieta deberán visitar el Johan Cruyff, donde les esperará el Barça Atlètic, y Lasesare para hacer frente al derbi con el Barakaldo, dos desplazamientos, además, que están programados de forma consecutiva para ambos conjuntos. Los verdinegros también tiene que competir con rivales directos como Osasuna Promesas, Ourense y Gimnástica Segoviana, en tanto que los azules lo hacen ante el mismo cuadro segoviano, Celta Fortuna, Ourense y Lugo. Igor Oca, entrenador del River, cree que de cara a esta recta decisiva de la liga su equipo se debe “amparar en el trabajo que se ha visto en Balaídos, aunque sea más cantidad que calidad por momentos” y admite que a sus pupilos les falta finalización en las jugadas de ataque: “ El punto clave está ahí, hay mucha predisposición para mejorar ese tipo de situaciones, trabajaremos para orientar bien el partido con el Tarazona y empezar a demostrarlo desde ahí”.

Natxo González, por su parte, se lamentó de que su equipo no aprovechó su buen primer tiempo para llevarse la victoria sobre el Andorra, aunque dio por bueno el punto para un Amorebieta que tiene la permanencia a seis puntos, con lo que reclama a su equipo triunfos: “Cada vez queda menos y los que ganan, ganan. Las sensaciones y esas cosas están muy bien, pero al final hay que ganar partidos”.