El Amorebieta se quitó el domingo en el Stadium Gal el lastre que le inquietaba recorridas las tres primeras jornadas de liga, en las que no había sido capaz de hacer gol. Fue Álvaro Marín, delantero cedido por el Athletic, el que rompió esa “maldición” como la calificó el propio Julen Guerrero, técnico de los azules, al batir la meta del Real Unión en un acción marca de un delantero centro para estrenar la cuenta anotadora del conjunto zornotzarra después de 304 minutos de espera, tanto que sirvió para empatar ante un poderoso Real Unión que se había adelantado al cuarto de hora por medio de Koldo Obieta, ex del Amorebieta. “Necesitábamos hacer un gol”, se felicitó Julen Guerrero, quien, sin embargo, se lamentó de la ineficacia de su equipos en los dos partidos disputados con anterioridad en Urritxe y saldados con sendas derrotas ante la Gimnástica Segoviana y Nàstic. “Es una pena que en los partidos de casa no hemos merecido salir derrotados y en los que hemos sido superiores”, añadió el portugalujo, que confía en esa primera victoria llegue el domingo ante el Ourense.
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