Un gol de penalti inexistente apeó al Sestao de la Copa y concedió el pase a la siguiente ronda a un Celta que no hizo los suficientes merecimientos para llevarse la eliminatoria en los noventa minutos disputados en Las Llanas. El River justo acababa de lograr lo más difícil, empatar un encuentro que se le había puesto cuesta arriba en la primera parte pero que el Celta no terminaba de sentenciar, que dejó engancharse al equipo sestaoarra. Lo hizo mediante un autogol de Nuñez, que a punto estuvo de convertirse en protagonista involuntario en el duelo frente al equipo de su localidad. Apenas cuatro minutos después, llegaría la decisión de González Fuertes, que impidió saber qué habría ocurrido en un cuarto de hora final al que los jugadores de Aitor Calle parecían llegar mucho mejor que el conjunto de Rafa Benítez, que a buen seguro, esta vez no tuvo nada que reprochar, sino mucho que agradecer, al cuarteto arbitral.

La igualdad se impuso en los primeros minutos sin que ninguno de los dos conjuntos llegara con claridad a la meta visitante, más por imprecisiones que por acierto de las defensas. Hubo que esperar un cuarto de hora para ver la primera acción de peligro, que llegó en una cabalgada de Guruzeta, pero su centro se quedó sin encontrar rematador. Justo en la contra de esa acción, llegó el gol vigués. Un buen balón en profundidad de Miguel lo recogió Douvikas, que batió en velocidad a Mateo y batió por bajo a Pere Joan.

En la segunda parte, el River salió decidido a morder desde el inicio ante un Celta que, en estos segundos 45 minutos, apenas dio sensación de ser un equipo de Primera División y que se vio por momentos sometido por el empuje local.

Nuñez, en propia puerta

Un centro de Aranzabe desde la derecha lo remató muy flojo Jon Cabo, recién entrado al campo, a las manos de Marchesín. Un córner sacado por el propio Aranzabe desde la izquierda y rechazado por la defensa lo remató Mateo fuera del área, y detuvo bien el meta celeste arriba. Ya en el ecuador de la segunda mitad, llegó el gol del empate, que hacía renacer las esperanzas para el Sestao. Centro de Guruzeta desde la derecha y Nuñez, peinando contra su propia portería, obró el empate para los de Aitor Calle, que prometían dar la batalla en los minutos finales.

El Celta hasta entonces solo había probado suerte con un remate alto de Swedberg tras un córner y con un derechazo desde la frontal, este sí que dio el susto en Las Llanas, que Pere Joan alejó con una buena intervención. Y entonces apareció González Fuertes. El colegiado asturiano señaló penalti de Mateo sobre Kevin en un duelo aéreo ganado con claridad por el lateral verdinegro y dio al Celta la oportunidad de casi finiquitar el choque y la eliminatoria, que hasta ese momento parecía complicarse para el conjunto de Rafa Benítez. Douvikas completó su doblete batiendo por su derecha a Pere Joan y puso ya las cosas muy difíciles para un River al que cayó como una losa el gol definitivo. Sin apenas tiempo para intentar el empate, los locales ya apenas inquietaron la portería viguesa.

SESTAO RIVER: Pere Joan; Markel Etxebarria (Min. 90, Asier del Río), Mirapeix, Gaizka Martínez, Álvaro Mateo (Min. 80, Mario Camero); Carbonell (Min. 46, Jon Cabo), Armando Corbalán, Gete (Min. 65, Kepa Uriarte), Aranzabe; Jon Guruzeta (Min. 80, Ibai Sanz) y Leandro.

CELTA: Marchesín; Kevin, Starfelt, Unai Nuñez, Ristic; Miguel Rodríguez (Min. 65, Carles Pérez), Dotor, Beltrán, Cervi (Min. 88, Tapia); Williot Swedberg (Min. 83, De la Torre) y Douvikas (Min. 88, Larsen).

Goles: 0-1: Min. 17; Douvikas. 1-1: Min. 73; Unai Nuñez, en propia puerta. 1-2: Min. 78; Douvikas, de penalti.

Árbitro: González Fuertes (Comité Asturiano). Mostró tarjeta amarilla a los locales Gete, Mateo, Pere Joan, y a los visitantes Miguel Rodríguez.

Incidencias: Partido de la segunda ronda de la Copa disputado en Las Llanas ante 3.365 espectadores.