Alas puertas de la Aste Nagusia más esperada tras dos años de pandemia, la villa de Bilbao se dispone a celebrar sus fiestas bajo la prevención y la tolerancia cero contra las agresiones machistas. Una vez más, el mensaje reiterado de las instituciones nos demuestra que siguen siendo necesarias buenas dosis de contundencia, prevención y compromiso por parte de la sociedad, sobre todo de los hombres, para que nuestras calles sean espacios seguros para las mujeres en un entorno festivo. El Ayuntamiento de Bilbao llamó ayer a la ejemplaridad de la ciudad en el rechazo a este tipo de agresiones apostando por una Aste Nagusia igualitaria y segura después de los últimos “formatos” de agresiones a mujeres mediante pinchazos y para los que la propia Ertzaintza, tras las denuncias que se vienen produciendo este verano de casos en entornos festivos y de ocio nocturno, recomienda llamar al 112 y acudir a un centro hospitalario. Tras dos años de parón por el covid, las fiestas de Bilbao se anuncian más participativas que nunca y la sociedad dibuja un sentir general de hartazgo y rechazo ante este tipo de hechos. La campaña del Ayuntamiento pone el acento en el consentimiento de las mujeres y la repulsa sin ambages ante comportamientos que no respetan la libertad o el cambio de opinión. Un mensaje que se acompaña de infraestructuras en una Aste Nagusia que albergará además, como novedad, cuatro puntos morados en los entornos de los conciertos más multitudinarios como Abandoibarra y el parque Europa para atender a quienes lo necesiten. La vuelta del disfrute de todos y todas al acontecimiento que mayor número de personas congrega en toda Bizkaia debiera no traer de vuelta también el miedo por las agresiones a mujeres en cualquiera de sus expresiones, siendo necesarias todas las medidas de seguridad pero no solo. Sin la implicación ciudadana, de las instituciones, las comparsas y agentes sociales con un papel colaborador de todos y todas y la insistencia de que nos hallamos en una lucha constante que, en los próximos días y en un escenario festivo de gran concentración de personas, hemos de tener presente. Sigue siendo necesario hacerlo con machaconería en la firme exigencia de unas fiestas ilusionantes llenas de diversión pero también de respeto hacia las mujeres. Blindar la ciudad de este tipo de agresiones es una tarea que compete a toda la población.