El Ente Vasco de la Energía (EVE) celebró ayer lunes su 40 aniversario en medio de una crisis energética con origen y solución fuera de Euskadi, pero ante la que la sociedad vasca también tiene mucho que decir. A título individual, empresas y familias deben asumir el reto de reducir su consumo de energía. A nivel político, el desafío pasa por alcanzar un acuerdo entre partidos para acelerar la transición hacia una economía descarbonizada. Y como compromiso, el Gobierno vasco reforzó su apuesta por las fuentes de energía renovables.

Ese fue el triple llamamiento que lanzó el lehendakari Iñigo Urkullu a la ciudadanía, las empresas y la administración para “compartir el objetivo del ahorro energético”. Cuatro décadas después de la puesta en marcha del EVE, Urkullu insistió en su oferta de un “pacto energético de país”, que ya planteó en el Parlamento Vasco el pasado 22 de septiembre. Un acuerdo “con una visión a 40 años vista”. Así, el lehendakari afirmó que el aniversario del EVE “es una oportunidad para avanzar en un consenso mayoritario en favor de la reducción de las emisiones y la generación de energías renovables”.

A su juicio, “la mejor política energética es la eficiencia tanto en el transporte y la industria –sectores que más consumen– como en las empresas y los hogares”. En este escenario, Urkullu mantuvo que “la ciudadanía toma un protagonismo creciente en las decisiones del ámbito de la energía a través de las cooperativas energéticas, el autoconsumo y las comunidades energéticas”.

2.400 MILLONES EN INVERSIONES

En relación a la trayectoria del EVE recalcó que en estas cuatro décadas ha movilizado más de 2.400 millones de euros en recursos públicos orientados a programas y ayudas en eficiencia energética y, como consecuencia, la industria vasca ha conseguido reducir en un 50% sus emisiones en los últimos 15 años.

En todo caso, reconoció que “aún sigue necesitando mucha energía y mantiene un alto nivel de dependencia de energía exterior”. “Necesitamos implantar instalaciones de generación de energía renovable; más renovables es menos gas y menos coste económico”, resalto. En el acto, celebrado en el Museo Guggenheim, antes del lehendakari intervino la presidenta del Ente Vasco de la Energía y consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, quien insistió en el “empeño” en reducir la dependencia energética del exterior del País Vasco, principalmente en los derivados del petróleo, y en la apuesta por las renovables.

Además, hizo referencia a la posición que Euskadi tiene hoy en día para afrontar la crisis energética actual. En esta línea, explicó que, gracias a la acción del EVE y “el compromiso de la sociedad, somos más eficientes”. En ese contexto, remarcó la apuesta de la economía y de la sociedad vasca en la reducción de su consumo energético.

También hizo referencia al Plan de Contingencia activado este año para ahorrar energía, tanto en la administración, en la industria y en la empresa, así como en los hogares por parte de la ciudadanía.

La celebración contó con la presencia de más de 180 personas entre invitados institucionales y representantes de entidades y empresas del sector de la energía.

El lehendakari recordó que hace 40 años el Guggenheim no existía, pero sí el EVE. “Hoy reconocemos la visión y aportación de todas las personas que han dirigido y trabajado en esta institución pública desde hace cuatro décadas”, añadió.

“ESTRATEGIA COMPARTIDA”

Iñigo Urkullu destacó que Euskadi cuenta “con una Estrategia compartida” y resaltó “el papel del EVE como catalizador e impulsor de esta Estrategia”. “Este aniversario nos ofrece la oportunidad de compartir una reflexión seria y fundamentada sobre el desafío energético, global y local, que tenemos por delante. Lo hacemos desde una visión internacional compartida”, apuntó.

“Este aniversario es una oportunidad para avanzar en un consenso mayoritario en favor de la reducción de las emisiones y la generación de energías renovables”, sostuvo, en línea con el acuerdo que planteó a finales de septiembre en el Parlamento. Un pacto basado en cinco acuerdos de país, que permita dar “una mejor respuesta a las necesidades del presente y garantizar un compromiso con una transición energética eficaz y justa”.

Dentro de ese acuerdo, el lehendakari anunció en el último Pleno de Política General medidas por 400 millones de euros para ayudar a ciudadanos y a empresas a afrontar la crisis energética durante los próximos meses. Así se plantea un incremento en las subvenciones para pagar la factura de la luz, una nueva deflactación del IRPF, y facilidades para que las empresas con un consumo intensivo de energía accedan al crédito. Medidas que complementan la actividad ordinaria de EVE, que es la locomotora de tracción de toda la política energética vasca.

Estrategia 2030

Filosofía. La Estrategia Energética de Euskadi 2030 (3E2020) define los objetivos y las líneas básicas de actuación del Gobierno vasco en materia de política energética para el período 2016-2030. Esta Estrategia se enmarca dentro de una visión a más largo plazo para alcanzar un sistema energético cada vez más sostenible en términos de competitividad, seguridad del suministro y bajo en carbono.

Objetivos. Alcanzar un ahorro de energía primaria de 1.250.000 toneladas equivalentes de petróleo (tep) año entre 2016-2030, lo que equivaldría al 17% de ahorro en 2030. Esto supondría mejorar la intensidad energética un 33% en el periodo. Potenciar el uso de las energías renovables un 126% para alcanzar en el año 2030 los 966.000 tep de aprovechamiento, lo que significaría alcanzar una cuota de renovables en consumo final del 21%. Aumentar la participación de la cogeneración y las renovables para generación eléctrica de forma que pasen del 20% de 2015 al 40% en el 2030.