Ibermática batió el año pasado su récord de ventas y beneficios tras superar “los peores momentos” de la pandemia. En concreto, la compañía vasca facturó 276 millones de euros y ganó 11,3 millones, casi un 55% más que en 2020 y por encima de las previsiones. El proveedor de servicios informáticos sale fortalecido de la crisis sanitaria y económica del covid, lo que le permite recuperar su apetito comprador. Según avanzó su CEO, Juan Ignacio Sanz ayer, martes, en un encuentro con periodistas en la capital vizcaina, Ibermática cerrará antes del verano la adquisición de una compañía que le garantizará un crecimiento en ventas y la ampliación del servicio.

Sanz no quiso dar más detalles sobre la operación, pero sí reveló que la intención de la compañía es comprar dos empresas al año de aquí a 2025, siempre que haya oportunidades en sectores estratégicos que permitan ganar tamaño.

Los números actuales avalan esa dinámica. Ibermática superó el año pasado la barrera de los 260 millones de facturación por primera vez desde 2008, justo antes del impacto de la crisis financiera. Los proyectos de soluciones avanzadas ligadas a la digitalización de las empresas y el elevado porcentaje de renovación de contratos fueron “el motor” del récord de ventas y beneficios.

Todo ello en un contexto complejo para sus clientes, que operan en sectores que “lo han pasado mal” durante el ciclo del coronavirus y ha obligado a la compañía con sede en Donostia a realizar “ajustes a la baja” en el plano económico de sus servicios. El descenso en el precio se ha visto compensado con más operaciones debido a las necesidades de transformación digital, servicios en la nube, software SAP de gestión de empresas o las actuaciones ligadas al capítulo de smart factories.

Juan Ignacio Sanz destacó el potencial de la compañía que dirige y prevé que siga “creciendo al mismo ritmo” hasta alcanzar los 290 millones en ventas y rozar los 13 millones en beneficios este ejercicio. Todo ello a pesar de que este año seguirá siendo “convulso por el conflicto entre Rusia y Ucrania y la pandemia”, a la que “no se le ha podido dar carpetazo”.

Entre las palancas de crecimiento de Ibermática están los Next Generation, para los que se ha creado un equipo en la compañía. Sin embargo, Sanz advirtió del riesgo de que el dinero de Europa no fluya hacia las pymes.

Fondos Next Generation

Según indicó, más allá del papel de las administraciones, los proyectos de las pequeñas y medianas empresas necesitan que una compañía tractora de gran tamaño lidere las actuaciones. En caso contrario, los fondos, y en concreto de los del denominado Kit Digital, pueden terminar bloqueados en la zona alta de la economía y no llegar a todo el tejido productivo.

Juan Ignacio Sanz explicó que España logra habitualmente un 30% de los fondos europeos a los que puede optar, una tendencia que en esta ocasión, dada la importancia de los objetivos y de la cuantía, hay que evitar a toda costa: “No se puede perder este tren”.

Según indicó, los fondos no han empezado a llegar a las empresas y señaló que en Ibermática en 2021 se lograron proyectos por valor de cuatro millones y espera conseguir 10 millones en 2022.

Así advirtió de que puede no haber recursos humanos suficientes para afrontar los proyectos que se quieren impulsar con los fondos europeos, debido a la escasez en el sector de profesionales cualificados.

De cara al futuro, Ibermática, que el próximo año cumplirá 50 años, se marca en su plan estratégico el objetivo de alcanzar una facturación de 500 millones en 2025 y aumentar su plantilla hasta los 5.000 profesionales, casi 1.000 más. Para ello, se apoyará en su negocio de servicios avanzados pero estas previsiones no se alcanzarán solo con crecimiento orgánico, de manera que Ibermática continuará con su política de compras.

La compañía ha adquirido desde 2018 tres compañías, IDS, ITS y El arte de medir, y la intención es comprar este año una o dos del ámbito de SAP, de Inteligencia Artificial y de soluciones salesforce. Una de esas operaciones ya está muy madura y se materializará previsiblemente en junio. La previsión es destinar entre 30 y 40 millones anuales a compras.

Crecimiento pese al covid

En total, Ibermática ha superado los dos años de la crisis sanitaria con un crecimiento de sus ingresos de más del 15,5%, pasando de los 239 millones de euros en 2019, a los citados 276 millones de 2021. De cara al futuro, la empresa cuenta con una cartera de pedidos de 370 millones para los próximos dos o tres años lo que es, según explicó Sanz, “una garantía de facturación y pedidos muy alta”.

En el capítulo laboral, el año pasado Ibermática aumentó su plantilla en 287 personas hasta alcanzar la cifra de 4.075, de los que alrededor de 1.600 trabajan en Euskadi. Este año seguirán generando empleo, en concreto, entre 300 o 400 puestos de trabajo, de los que alrededor de 100 o 150 se formalizarán en la CAV. En relación al accionariado de Ibermática, Juan Ignacio Sanz descartó cambios a corto plazo. ProA Capital seguirá siendo la primera referencia, con un 65%, seguidos de Kutxabank y ONCE con un 15% cada uno y el 5% que está en manos el equipo directivo.

En relación al banco, el CEO de la compañía señaló que “no tiene ninguna prisa en salir” porque está “a gusto” en la empresa. Por otra parte, añadió, que teniendo en cuenta que el actual fondo se mantendrá en el accionariado hasta 2024 o 2025, no hay prevista, en principio, una salida a bolsa.

Previsiones12,9millones de beneficios.

El proveedor global vasco de servicios digitales Ibermática prevé volver a batir este año su récord de beneficios, rozando los 13 millones de euros.

290millones de facturación.

Según los cálculos de la compañía, también superará su techo de ventas acercándose a los 300 millones. El plan estratégico contempla unos ingresos de 500 millones en 2025. Un nivel de ventas que se alcanzará gracias a la compra de dos compañías estratégicas al año.