Los más de 5.000 empleados de Mercedes Benz en Gasteiz regresan este miércoles a sus puestos en la cadena de montaje después de las jornadas de lunes y martes en las que la falta de semiconductores ha obligado a cancelar la producción.

La actual semana laboral queda reducida a únicamente tres días de producción en la recta final de la primera mitad del año para los miles de trabajadores de la multinacional germana en Gasteiz. La dificultad para aprovisionarse de botoneras y consolas de sonido para los modelos Vito y Clase V de la pasada semana, llevó a la dirección a decretar el cese de la actividad en las primeras dos fechas de la actual semana de producción.

La crisis de los semiconductores, que afecta a todo el sector de la automoción no ofrece perspectivas de mejora. Ya en la reunión del pasado jueves se les comunicó a los representantes del comité de empresa que el panorama estaba empeorando y eso puede tener su repercusión de nuevo en la planta de la calle Las Arenas.

El jueves están de nuevo citados representantes de la dirección con integrantes de la parte social para analizar y valorar si la semana del 26 de julio se puede mantener la actividad de lunes a viernes. La evolución entre las empresas proveedoras de estas codiciadas piezas llevar a estimar que las jornadas del jueves 29 y 30 de julio pueden ser las más críticas a la hora de garantizar que los tres turnos de la planta de Mecedes Benz trabajen con normalidad.

No será hasta la jornada del jueves cuando se aborde esa cuestión pero no hay mucho optimismo entre los representantes sindicales de la empresa con respecto a trabajar con absoluta normalidad la semana previa al inicio de las vacaciones.

Esa semana del 26 al 30 de julio será la última antes de que la plantille inicie su periodo vacacional y cese por completo la actividad en la factoría. De no mediar ningún contratiempo, las líneas de montaje volverían a arrancar el lunes 22 de agosto.

Estas dos nuevas jornadas de producción canceladas, han reducido a seis días la bolsa de flexibilidad de los trabajadores, que se situaba en las ocho jornadas tras el parón entre el 21 y 25 de junio. En previsión de que sean necesarias más medidas de flexibilidad, dirección y una gran parte de los sindicatos con representación en el comité (UGT, CCOO, PIM, Ekintza) fimraron y avalaron un expediente de regulació temporal de empleo (ERTE) de 30 jornadas, aplicable hasta final de año. De ese acuerdo se descolgaron ELA, LAB y ESK.