La ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha afirmado que en la reforma de las pensiones "se tienen que explorar todas las alternativas", como ampliar el periodo de años cotizados que se tiene en cuenta para calcular la pensión, y ha apuntado que se podría hacer excluyendo los años más negativos.

Calviño ha afirmado, en declaraciones en La Sexta, que el planteamiento del aumento de la etapa de cotización para calcular la pensión es un proceso que responde a cambios en unas vidas laborales "cada vez más variadas" con periodos sin cotizar o cambios de trabajo.

"La tendencia a la ampliación de años de referencia está ahí", ha dicho Calviño que ha añadido que el ministro de Inclusión, José Luis Escrivá, está planteando a los agentes sociales, por ejemplo, que los trabajadores "puedan excluir del cómputo los años más negativos".

Según publica este lunes El País, el Gobierno trabaja en un texto de reforma en el que señala que el paso del cómputo de las prestaciones de 25 a 35 años supondrá una bajada media del 5,5 % para las nuevas pensiones.

El periodo de cómputo para el cálculo de las pensiones ya se amplió como la reforma de las pensiones de 2011 para ir gradualmente subiendo de 15 años a los 25 años que se alcanzarán en 2022.

Desde la Seguridad Social, el secretario de Estado de la Seguridad Social y Pensiones, Israel Arroyo, ha señalado a Efe que este tipo de medidas, "tal y como se están contemplando", tendría un efecto mixto "ya que muchas personas que se vieron afectadas por la crisis a partir de 2008, en el tramo final de su carrera, se podrían ver beneficiadas".

Se trataría, argumenta, de buscar soluciones a la existencia de carreras de cotización irregulares y, subraya, "no se trata de una reforma que suponga recortes para los pensionistas, sino al contrario, de garantizar el poder adquisitivo de sus pensiones, que con la normativa actual no tienen garantizado".

Tanto desde la Seguridad Social como desde el Ministerio de Economía coinciden que cualquier cambio se apoyará en el marco del diálogo político y social y se hará con el máximo consenso.

El Gobierno, ha subrayado Calviño, tiene un compromiso "firme" con la revalorización de las pensiones y va a trabajar para que el sistema sea más "fuerte".

"Hay un objetivo compartido de todos los partidos que debe dar tranquilidad", ha incidido Calviño que ha señalado a las recomendaciones del Pacto de Toledo como el mejor punto de partida.

"El núcleo de la reforma es garantizar el poder adquisitivo de las pensiones, lo que supone un aumento de casi 3 puntos del PIB a medio plazo, y lograr el equilibrio financiero de la Seguridad Social en el corto plazo y su sostenibilidad a largo plazo", subrayan desde la Seguridad Social.