“Los premios de innovación de DEIA contribuyen a que Euskadi siga siendo una de las regiones más innovadoras”

¿La innovación es clave en el desarrollo de Vodafone?

-La innovación es nuestra razón de ser como compañía, esto explica nuestro papel como operador clave en la era de la digitalización. Si observamos los hitos de Vodafone a lo largo de su historia, podemos comprobar que ha estado presente en todos los avances que han tenido un impacto real en la sociedad, tanto en los hogares como en las empresas. Tenemos la red más rápida de 4G y sin embargo ya contamos con la primera red 5G operativa en España porque innovar es la clave de nuestro desarrollo, como comentas. Las redes 5G se han situado en la cima de la innovación y -desde el pasado 15 de junio- nos permiten acceder a servicios de comunicaciones con una calidad y una latencia impensables hace solo unos años. Estamos especialmente orgullosos de haber sido la primera operadora en ofrecer redes 5G en 15 ciudades, un hecho pionero en el mercado estatal y europeo y que permitirá acelerar el desarrollo de las smart cities y mejorar los servicios de las administraciones públicas en áreas como automoción, sanidad, emergencias o energía.

¿Cuál es la estrategia que sigue la compañía para ser puntera en el mundo de las telecomunicaciones?

-Pensar en la siguiente generación de soluciones de comunicación y no descansar nunca. Por ejemplo, el 5G está en fase de despliegue y aún está por llegar su implantación a un nivel más amplio. No obstante, nosotros ya estamos trabajando en 6G, la mente de nuestros ingenieros y profesionales de I+D ya está en la siguiente fase. Solamente así, con esta mentalidad, es posible ser una de las compañías de telecomunicaciones más grandes del mundo por ingresos. Vodafone proporciona servicios móviles en 25 países -y tiene acuerdos con otros 44 más- y servicios de banda ancha fija en 18 países.

El 5G, la gran novedad del momento. ¿Qué nos puede comentar de su implantación en Euskadi?

-Las tres capitales vascas están entre las 15 ciudades españolas en las que hemos empezado a ofrecer servicios 5G, alcanzando aproximadamente al 40% de la población en Bilbao, Vitoria y Donostia. En este sentido, la situación de Euskadi es privilegiada porque ya se está beneficiando de todo el potencial de 5G, que multiplica por 10 la velocidad de descarga en comparación con su antecesora 4G con una mínima latencia: 5 milisegundos o menos. Esto será fundamental en la transformación de sectores claves para el desarrollo económico y aplicaciones en tiempo real como el coche autónomo, telemedicina, vídeo en 8k y cloud gaming. Además, permitirá el desarrollo de ciudades inteligentes, servicios empresariales y de administraciones públicas en áreas como automoción, sanidad, emergencias, energía y nuevos modelos de negocio vinculados a Internet de las Cosas. El despliegue de 5G en nuestro territorio corresponde al peso específico que tiene Euskadi en el territorio español, tanto en términos económicos como en términos de población.

El cartel de premiados de este año es de máximo nivel con empresas de la talla de BIC Araba, Faes Farma, Sidenor, Fundación BBK, e-Liburutegia, Lantik y Vidrala. ¿Este cartel es representativo de lo que en Bizkaia y en Euskadi se está trabajando en materia innovadora?

-Todas ellas son ejemplos de los que sentirnos orgullosos y merecedoras de este reconocimiento. En mí opinión representan el espíritu de Bizkaia y Euskadi en materia de innovación y compromiso con la I+D+i.

¿Es importante reconocerles el trabajo que están desarrollando?

-Por supuesto que sí. Desde las instituciones públicas y privadas debemos asumir nuestra responsabilidad y apoyar a aquellas start-ups y empresas consolidadas que hacen de la innovación su razón de ser. La innovación trae más innovación y esto nos beneficia a todos. Una empresa desarrolla algo innovador cuando introduce un cambio significativo en alguno de los siguientes campos: producto, proceso, marketing u organización. Sin embargo, nunca es suficiente esfuerzo cuando se trata de estar por delante. Por aportar un dato, el 44,2% de las empresas vascas declaró haber realizado alguna innovación en el periodo 2015-2017, es decir, son innovadoras, frente al 50,6% de la UE-28 (datos de innobasque). Así que tenemos deberes que hacer para situarnos por encima de la media europea.

¿Qué opinión le merecen los reconocimientos que otorga DEIA?

-Son un espaldarazo muy importante. Este tipo de reconocimientos anima a las empresas premiadas a continuar por este camino y, al mismo tiempo, a conseguir algo. Sirve como objetivo aspiracional a las compañías que se deciden a innovar. A veces se puede asociar el concepto de innovación con las organizaciones que están empezando, con las start-ups, pero es un error. Hay empresas centenarias que no innovan desde hace 20 años y nunca es tarde para que sean conscientes de que sin innovar es muy difícil competir y acabar sobreviviendo en un mercado cada vez más global y exigente.

Las empresas premiadas, ¿son un reflejo de cómo se está trabajando Euskadi en materia innovadora?

-Creo que estos premios más que un reflejo de lo que se está haciendo son un impulso, contribuyen a que Euskadi continúe siendo una de las regiones más innovadoras.

¿Percibe usted la innovación como acción empresarial para alcanzar la mayor eficacia productiva?

-Sin duda, si no se innova es imposible mejorar o cambiar lo que no funciona. Como decía al principio, una de las innovaciones más destacadas de los últimos años es 5G, una innovación que va a traer aparejadas grandes ventajas, entre ellas la eficacia productiva y unas comunicaciones más óptimas. El momento oportuno para comercializar los servicios 5G es ahora, cuando la tecnología está ya lo suficientemente madura como para ponerla a disposición de los usuarios.

¿Cómo definiría la cultura innovadora vasca?

La creatividad y la innovación van ligadas cuando hablamos de ‘cultura innovadora’. Solamente tenemos que fijarnos en los grandes chefs vascos que han revolucionado la gastronomía desde hace décadas. Esto está en nuestro ADN. En mi opinión, definiría esta cultura como la permanente búsqueda de elementos diferentes, de palancas que permitan transformar un entorno determinado con el objetivo de provocar cambios beneficiosos, no sólo para una empresa, sino para toda la sociedad.