bilbao - La dirección de la fábrica de Mercedes en Gasteiz dio a conocer ayer al comité la nueva previsión de producción de furgonetas para el cierre del año, que quedará por debajo de las 144.000 unidades. La tercera rebaja en lo que va de año se concreta así en 4.300 vehículos menos, lo que de momento supone acortar en media hora todos los turnos de noche, además de suspender 12 turnos completos de noche entre septiembre y noviembre -algunas fechas están por decidir-. El recorte supera el límite de flexibilidad laboral fijado en el convenio, por lo que empresa y sindicatos deberán pactar la fórmula que hará posible el ajuste, previsiblemente una ampliación de la bolsa de horas o un ERE de suspensión temporal.

La planta industrial más grande de la CAV, con 5.000 trabajadores en plantilla y otro medio millar de eventuales, sigue acusando la incertidumbre que se ha instalado sobre los vehículos diésel. Una situación complicada para el sector de automoción, uno de los pilares de la industria vasca, que oscureció el horizonte de la fábrica alavesa ya el año pasado.

Pese a las paradas ya programadas en los últimos meses de 2018 la dirección anunció inicialmente un nivel de producción para este año de 154.000 furgonetas, unas expectativas que permitirían mantener el ritmo de 2018 pero que, como ahora se confirma, eran “demasiado altas”, señala el presidente del comité, Igor Guevara, de ELA.

Ya en enero hubo una primera bajada de las previsiones en 2.000 unidades, fijándose más paradas en los días finales de febrero. En abril se produjo un nuevo recorte, en este caso de 4.000 furgonetas menos, al que ahora se suma una tercera vuelta de tuerca similar, 4.300 vehículos menos -el ajuste afectará al modelo Vito mientras que el Clase V se mantiene-, para dejar el volumen del año en 143.700.

“Era de esperar teniendo en cuenta cómo terminamos el año pasado y las dudas que está generando la crisis del diésel”, señala Guevara en referencia al terremoto que han causado en el sector las medidas tributarias para penalizar el uso de este tipo de carburante y, en especial, el anuncio del Gobierno de Pedro Sánchez de que pretende ir retirando de la circulación los motores diésel en los próximos años.

“Los vehículos que hacemos ahora contaminan mucho menos. Pero nadie sabe lo que va a pasar en los próximos meses”, dice el presidente del comité. Lo que ya es seguro es que la fábrica parará las noches de los días 12, 13, 19, 20, 26 y 27 de septiembre, a las que se sumarán otros seis turnos de noche aun por concretar pero que se repartirán entre octubre y noviembre.

La dirección y el comité volverán a reunirse a mediados de septiembre para concretar estas paradas, ya que la reducción de las previsiones productivas supera el máximo fijado en los mecanismos de flexibilidad que recoge el convenio, por lo que tendrán que pactarse fórmulas adicionales. Y eso sin descartar que de aquí a final de año puedan anunciarse nuevas rondas de ajuste.

los eventuales se mantienen Mercedes ya ha activado para el verano algunas medidas de ajuste fijadas en convenio, como modificar el calendario de vacaciones o renunciar al programa de contratación de estudiantes que en año anteriores servía para completar la plantilla durante las vacaciones. En concreto, en torno a 250 estudiantes de distintas ramas formativas, tanto de universidad como de FP, accedieron a un puesto en la fábrica de Gasteiz el pasado verano. Se trata de una fórmula novedosa importada de las fábricas alemanas del grupo y que contaba con una gran demanda por parte de los estudiantes -el año pasado Mercedes recibió más de 700 solicitudes para cubrir 250 plazas-.

En todo caso, la dirección aseguró ayer al comité que no prescindirá del grupo de unos 500 eventuales que vienen trabajando en la planta durante el año. Una parte termina su contrato en agosto, por lo que había cierto temor a que no continuaran ante la incertidumbre que vive la fábrica. En ese sentido, de momento no habrá medidas que afecten al empleo.

“La idea es que, cuando se ponga en marcha la fábrica, se produzca a tope”, indica Guevara, que prefiere no adelantar acontecimientos sobre lo que puede ocurrir en los próximos meses en caso de que la producción siga cayendo. “Las circunstancias del mercado o de la producción nos impiden tener una visión a largo plazo”, coincidió UGT.

Lo que está claro es que el contexto desfavorable en que se maneja la automoción ha contagiado a Euskadi, donde las ventas siguen bajando a pesar del tirón producido en primavera gracias a las ayudas del plan renove. Aunque las paradas de Mercedes no tengan incidencia directa en el empleo de la fábrica, hay que tener en cuenta que de la salud de la planta depende la actividad de numerosas empresas auxiliares y de otros varios miles de puestos de trabajo indirectos.

En el plano positivo, la dirección de Mercedes ha anunciado una inversión de 31 millones de euros para adaptar las líneas de montaje de la fábrica al nuevo modelo eléctrico que se empezará a comercializar el año que viene.

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