BERMEO - Mientras el grueso de la flota pesquera vasca de bajura centra su actividad en la pesca de anchoa y municipios pesqueros como Bermeo y Ondarroa celebran la Arrain Azoka y Antxoa Eguna respectivamente, la embarcación bermeana Goienkale surca aguas del Atlántico a la caza y captura de los primeros ejemplares de atún blanco-bonito del norte, de la temporada. Un año más, los arrantzales navegan hacia lo desconocido, sin saber dónde ni cuando tendrán su primer contacto con ejemplares de esta especie que han iniciado su migración anual para alimentarse de pequeñas especies pelágicas en aguas del Golfo de Bizkaia.

El bonitero bermeano no navega solo en su singladura por el Atlántico ya que dos embarcaciones asturianas que utilizan el mismo sistema de pesca para capturar bonito, el curricán o cacea, se incorporaron a la expedición. Tras alcanzar el Cabo Finisterre, los pesqueros pusieron rumbo sur-suroeste hacia zonas donde podrían localizarse cardúmenes de bonito. “Cuando sales a la mar en la primera marea de bonito, nunca sabes dónde ni cuando pescarás el primer bonito. La experiencia nos dice que en primer lugar tenemos que buscar zonas del océano donde la temperatura del agua sea propicia para la presencia de cardúmenes de bonito. En cualquier caso, la teoría vale para bien poco porque no hay dos costeras iguales”, explicaba Iñaki, veterano patrón de un pesquero de bajura de Bermeo que tiene previsto hacerse a la mar el martes. El resto de la flota que faena mediante el sistema de cacea se irá incorporando paulatinamente a la pesquería.

El patrón del Goienkale, Enrique Zabaleta, ha decidido adelantar el inicio de la campaña de bonito hastiado de mantener su embarcación amarrada en puerto sin salir a faenar desde la finalización de la costera de verdel a finales del mes de marzo. “No sé si pescaremos algo o si fracasaremos pero lo que está claro es que estando en casa no se pesca nada. Además, amarrados en puerto trabajamos casi más que en la mar porque siempre hay algo que hacer. Llevamos tiempo atracados al muelle y ya teníamos ganas de salir a pescar”, asegura Zabaleta.

La primera marea es, sin duda, la más complicada de la campaña de bonito, toda vez que obliga a los arrantzales a navegar cientos de millas para adentrarse en el Atlántico en una auténtica expedición para localizar cardúmenes de atún blanco. “La primera salida de la campaña de bonito te provoca un nudo en el estómago. Son muchos días en la mar, muy lejos de casa y con mal tiempo la mayoría de días, sin ver casi el sol. Los días se hacen interminables”, confiesa un arrantzale bermeano a quien sus muchos años en la mar no sirven para aliviar el malestar que provoca la cercanía de la fecha de salida a la mar para pescar bonito.

Como viene siendo habitual en las semanas previas al inicio de la costera de bonito, se escuchan rumores de que barcos palangreros gallegos han obtenido capturas en determinada zona o que la flota de cebo vivo con base en las Islas Canarias está obteniendo buenas capturas de atún blanco. En cualquier caso, resulta imposible predecir si la campaña de este año arrojará buenos resultados. “Nunca sabes lo que deparará la campaña de bonito. Durante los últimos años los cardúmenes de atún han entrado al Golfo de Bizkaia y la práctica totalidad de las capturas se han registrado en zonas cercanas a la costa cantábrica. Otros años, sin embargo, el bonito no ha querido entrar y sólo se pescó en zonas próximas a Irlanda”, refieren desde el sector vizcaino de bajura.

16.500 toneladas En cualquier caso, las perspectivas para la pesquería de este año son positivas. En primer lugar, los estudios realizados por ICCAT (Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico), avalan la buena salud del stock de atún blanco en aguas del Atlántico Norte. Por otra parte, en la campaña del año pasado se registraron excelentes capturas y los arrantzales detectaron mucho bonito en la mar. El elevado volumen de capturas registrado durante las primeras semanas de la pesquería, provocó que la flota pesquera que faena bajo pabellón español agotara rápidamente la cuota disponible de manera que los responsables de pesca del gobierno central decretaron el cierre definitivo de la pesquería el 23 de agosto.

Para la campaña de este año el TAC (Total Admisible de Capturas) asciende a 36.000 toneladas con un incremento del 10% respecto al año pasado en la cuota disponible para los buques del Cantábrico que faenan bajo pabellón español. Así, las posibilidades de pesca para la campaña de 2019 se sitúan en 16.500 toneladas, frente a las 15.000 toneladas del año pasado. Los puertos vascos recibieron cerca de 8.500 toneladas de bonito en la campaña de 2018 con un valor en primera venta superior a los 30,5 millones de euros y un precio medio de 3.62 euros-kilo. Getaria lideró el capítulo de descargas con más de 3.900 toneladas, seguido de Hondarribia con 2.900 toneladas y Ondarroa con 787 toneladas.

Anchoas La campaña de pesca de anchoa enfila su recta final con más de 16.000 toneladas capturadas desde que comenzara la pesquería, el pasado uno de marzo. Como quiera que las posibilidades de pesca de anchoa para el primer semestre del año ascienden a 20.700 toneladas y teniendo en cuenta el ritmo de capturas, cabe estimar que la pesquería podría finalizar en el plazo de dos o tres semanas. Bizkaia lidera el capítulo de descargas con más de 5.500 toneladas, seguido de Cantabria con cerca de 5.000. Las cofradías de Gipuzkoa han subastado del orden de 4.000 tn en tanto que Asturias ha recibido unas 1.100 toneladas.

Las cofradías han decidido reducir a tres el número de jornadas de venta de anchoa y se han rebajado los topes diarios de pesca para cada embarcación. Todo ello con el propósito de demorar en la medida de lo posible el agotamiento de la cuota. Además, durante las últimas jornadas de pesca, los arrantzales han localizado cardúmenes de anchoa grande cuya cotización en lonja es notablemente superior a la obtenida por ejemplares de menor tamaño. “No se están pescando grandes cantidades pero la anchoa es de buen tamaño y se vende a buen precio”, aseguran en las cofradías.