madrid - Las entidades financieras están trabajando contrarreloj y haciendo grandes esfuerzos para adaptarse a tiempo a la nueva ley reguladora de los contratos de crédito inmobiliario, conocida como ley hipotecaria, que entrará en vigor el próximo 16 de junio y que todavía cuenta con algunas incógnitas por despejar.

La transposición de esta nueva ley aprobada por el Congreso en febrero se completó en abril con la aprobación de un real decreto que desarrolla la normativa y una orden ministerial para tratar de evitar la multa de hasta 80 millones de euros por el retraso. Todavía quedan aspectos que generan dudas a las partes implicadas y que deberán ser aclaradas por el legislador en las próximas semanas, según expertos de KPMG Abogados, que señalan que se trata de una norma que plantea múltiples cuestiones de interpretación jurídica. - E. P.