BILBAO - La junta del BBVA contó con más intervenciones de accionistas de lo habitual y una docena de ellos se hicieron oír para criticar duramente la gestión de Francisco González en el tema Cenyt e, incluso, en el banco en general, por la pérdida de valor de las acciones en los años que ejerció de presidente único tras apartar al equipo vasco de directivos y consejeros ligado a los antiguos accionistas de Neguri.

La docena de accionistas que intervinieron se centraron en un asunto que no estaba en el orden del día y lanzaron duras críticas a Francisco González que el jueves anunció por sorpresa que se apartaba de sus cargos de presidente de honor del banco y de la fundación.

Desde los accionistas minoritarios a los representantes sindicales, pasando por la mayor asociación de exdirectivos del banco, todos insistieron en la gravedad de las presuntas escuchas ilegales realizadas por la empresa del excomisario Villarejo para el banco, y advirtieron de las consecuencias reputacionales y patrimoniales que podrían tener en el futuro.

Luis del Rivero, expresidente de Sacyr, intervino para criticar duramente a Francisco González afirmando que durante su mandato como presidente del banco vasco, la capitalización de BBVA había caído un 33%, a la vez que cuestionó diversas gestiones del mandatario como la entrada en el turco Garanti, que ha perdido gran parte de su valor, o el rechazo, en su momento, de una oferta de 1.100 millones sobre la filial en Venezuela, que hoy está contabilizada en libros a 175 millones. Pero lo más jugoso de Luis del Rivero, muy aplaudido por los accionistas, tuvo que ver con el intento fallido de Sacyr de hacerse con el control de BBVA en 2004 y 2005. El constructor murciano negó en redondo que fuera un intento político de apropiación del banco, como lo calificó González en su carta de renuncia, y aseguró que contaba con el apoyo “de 81 de las 82 familias fundadoras de BBVA”. No hay que olvidar que en una entidad con el accionariado tan atomizado como en el BBVA, los inversores vascos siguen controlando entre el 13 y el 15% del banco.

Según Luis del Rivero si el Gobierno español de entonces, socialista, hubiese apoyado la oferta la misma “no hubiese fracasado”. - X. A.