La inflación ha disparado la cesta de la compra en el último año una media de 800 euros por familia. Aunque el último dato del IPC es de un incremento del 6,8%, más bajo que los últimos meses, lo cierto es que la inflación que afecta a los alimentos y las bebidas no alcohólicas se ha disparado hasta su máximo histórico del 15,3%.

Esta escalada de precios afecta a toda la cesta de la compra pero en estas fechas de finales de años están encareciendo significativamente los precios de productos típicos navideños como el turrón, los mazapanes, los guirlaches y en general todos los dulces que se consumen principalmente en Navidad.

La razón hay que mirarla en la lista de productos que componen la cesta de la compra del Instituto Nacional de Estadística (INE). De los 55 productos alimentarios que la componen, 43 han experimentado una subida anual de más del 10% y son prueba de la galopante inflación.

Si miramos esta lista con más detenimiento nos fijamos que cuatro de los productos que la encabezan son los empleados en la elaboración de dulces navideños. Aceites comestibles (+55,9%), azúcar (+50,2%), harinas (+37,6%) y mantequilla (+37,5%) lideran las subidas anuales y hacen que los turrones y otros dulces los tengamos que pagar esta Navidad a precio de oro. Este impacto de costes se suma a otros que han subido considerablemente como la energía, el transporte, los productos plásticos de embalaje, etc.

Además, otros alimentos empleados en su fabricación también han subido fuertemente: leche (+30,9%), huevos (+27%) y aceite de oliva (+25%).

Los fabricantes están intentando trasladar de la menor manera posible estos altos costes al precio final del producto y temen que el consumo se retraiga. A pesar de este escenario confían en mantener las ventas por que han ido abasteciendo el mercado con alimentos típicamente navideños ya desde septiembre. También confían en que el arreón final de consumo de unos productos de compra compulsiva muchas veces. Y por su puesto en el espíritu navideño de los consumidores que no miran tanto el bolsillo a la hora de comprar, especialmente en las primeras navidades tras la pandemia, ya sin restricciones de aforo, mascarillas, etc. y con una situación sociosanitaria prácticamente normalizada.

Polvorones navideños. Freepik

Eso sin contemplar las subidas de otros productos navideños que no están contemplados en la cesta de la compra del INE pero que son muy consumidos estas fechas como pescados, mariscos, foies, corderos o cochinillo. Todos ellos con alzas superiores al 10% de media.

Con este panorama no es de extrañar que el consumo de éstos y otros productos se retraiga: las encuestas señalan que uno de cada tres españoles piensa gastar menos estas fiestas.

Por que lo que está claro es que estamos ante las navidades más caras de la historia.