EL verano de Marcos González (Castro, 2000) y Eleder López (Zierbena, 2000) está siendo diferente al de muchos remeros. Entrenan cada día y salen al agua con su equipo prácticamente todos los días, pero les falta el premio de debutar en competición. Es el precio de la inexperiencia. Estos dos sénior de primer año de Zierbena tuvieron la oportunidad de salir cedidos a un equipo de ARC-2 y disputar más regatas, pero decidieron hacer una apuesta a lo grande. Sacrificar las horas de competición para aprender con los mejores. Sabedores de que sus oportunidades serían escasas en un equipo que lucha por todo, González y López aportan su granito de arena en cada entrenamiento, a la espera de cumplir el sueño y debutar algún día con la trainera galipa.

Hoy Zierbena viajará hasta Donostia (18.00 horas) y mañana disputara la regata de Castro Urdiales (12.00 horas). Dos citas claves para un equipo que actualmente ocupa la cuarta posición y aspira a lograr su primera bandera del curso. “Siempre tenemos ganas de lograr la bandera. Desde dentro hemos estado todo el año trabajando bien y creo que todavía tenemos mucho margen de mejora”, explica González. La situación clasificatoria hace que el castreño y López no hayan podido debutar todavía en la competición, pero no pierden la ilusión de que algún día Juan Zunzunegui escriba su nombre en el trece del día. “Cuando salgamos lo haremos a tope. Es un vestuario muy competente y también es muy difícil montar teniendo 18 años recién cumplidos. Lógicamente tampoco tenemos los físicos de esta gente”, añade el remero de Zierbena.

Los dos canteranos galipos tuvieron la oportunidad de tener más oportunidades en caso de salir cedidos, pero decidieron junto a su entrenador vivir una temporada de verano en un equipo de la ACT. “Estamos en la élite del remo. La rutina, la exigencia de la ACT, cómo es el mundo del remo? Vamos a aprender más aquí, remando menos, que en otro club de ARC teniendo más regatas”, opina González. Vivir el día a día de un equipo que lucha por todo, sufrir con los compañeros en los entrenamientos y recibir consejos de los más veteranos para ir creciendo como remeros. Ese es el objetivo de González y López.

A pesar de no poder competir con asiduidad, los dos canteranos no se arrepienten de la decisión tomada. En el caso de López es un sueño perseguido desde hace más años. Formado desde muy pequeño en la cantera del club, recuerda lo vivido en las categorías inferiores: “Éramos pocos, pero siempre conseguimos llenar un batel y el año pasado pudimos hacer una trainerilla. Los pocos que estábamos nos llevamos muy bien y hoy en día seguimos quedando fuera del club también. Hemos hecho una buena relación gracias a este deporte”. Por su parte, González se unió más tarde a este grupo. Llegó de fuera, pero rápido se sintió integrado. “Tenía un hermano que remaba aquí y me animé a probar. Al principio era duro porque no tenía coche y tenía que depender de la gente, pero ahora estoy muy contento por formar parte de un club grande”, comenta.

López y González son los sénior de primer año de Zierbena. Primeros remeros del siglo XXI en formar parte de una tripulación de ACT, junto a los sanpedrotarras Unai Martin y Telmo Zubiaurre. Son los benjamines del grupo, pero por ello no reciben ningún trato especial y “nos tratan como a uno más”. La exigencia es la misma y ahora esperan que llegue el deseado día del debut.