Bilbao - Danel Elezkano y Beñat Rezusta fueron una pared. Cada tanto recibido estuvo precedido de un bombardeo continuó hasta que se abrió un mínimo hueco. Esa defensa redujo mucho las opciones de Iker Irribarria y José Javier Zabaleta. Durante muchas fases del choque tuvieron el mando del tanto, pero no lograron sumar los cartones esperados a su favor y fueron siempre a remolque. “Creo que hacíamos buenos tantos, había tantos que dominábamos bien y hacíamos buen trabajo. Pero luego el tanto caía a su favor y eso te hace darle vueltas a la cabeza”, reconoció el guardaespaldas de Etxarren, que perdió ayer su primera final en el Parejas después de sus dos victorias anteriores.

Lo intentaron de todas las maneras posibles, pero enfrente había dos pelotaris capaces de defender con mucha seguridad y además contraatacar a la mínima oportunidad. “Danel ha defendido mucho y luego además la metía a pared. Era complicado hacerles tanto y cuando dejabas en el txoko estaba Beñat. Rezusta le ha dado también mucha altura y es difícil entrar de aire”, explicó Irribarria. El delantero de Arama entonó el mea culpa durante la rueda de prensa posterior a la final. No estuvo acertado con el remate y le costó entrar en el encuentro. “Por mi parte, he empezado mal y no podía terminar los tantos. No me entraban bien muchas pelotas y cuando comienzas así, es difícil”, afirmó Irribarria, que resignado añadió: “No ha sido el día. Hay veces que con los ojos cerrados haces tanto y esta vez no ha sido así. Además, cuando ellos juegan así, también es difícil ganar”.

El encuentro se torció desde el inicio para los azules. Elezkano y Rezusta cogieron un margen muy rápido y lo supieron administrar con solvencia. Dos veces igualaron el choque Irribarria y Zabaleta, pero no pudieron coger la delantera. “Creo que el partido lo hemos perdido por nuestros errores. Teníamos buenos momentos, pero en dos minutos, regalábamos dos o tres tantos, más algún acierto de ellos y todo el partido íbamos a remolque”, expresó Zabaleta. Demasiados regalos para una pareja que se mostró muy sólida desde el principio hasta el final y la irregularidad de Irribarria y Zabaleta fue determinate. - J. Victoria de Lecea