ZUBILETA EVOLUTION ZUAZO: Ezbida, García (4), Velasco (1), Sánchez, González, Isabel (4), Berasategi, Sarrionandia-Ibarra (3), Arozamena (2), Encina (3), Erauskin (1), Puigbó (3), Bengoetxea (4), Romero (1), Permach (3) y Magdalena (3).

HANDBOL SANT QUIRZE: Helena, Robles (3), Carreras (1), Vila (5), Puiggene, Plana (3), Prat (4), Moliner, Tyaglyay, Rodríguez (1), Sánchez, Gil (6), Pérez, Nuez y Millán.

Parciales: 3-1, 5-2, 9-4, 11-7, 13-10, 14-13 (al descanso); 17-15, 19-15, 22-18, 25-19, 29-21 y 32-23.

Árbitro: Victoria Avilés y María Sánchez excluyeron a las locales Berasategi y Erauskin; y a Nuez del Sant Quirze.

Incidencias: Partido correspondiente a la vigésimo tercera jornada de la Liga Guerreras Iberdrola disputado en Lasesarre (Barakaldo).

- Hace muchas jornadas que el Zubileta Evolution Zuazo dejó de mirar la parte baja de la clasificación. Que se sentía salvado. Sin embargo, fue ayer cuando el club rojinegro consiguió la permanencia matemática gracias a la contundente victoria que protagonizó ante un Sant Quirze ya descendido. El equipo fabril sabía que sumar los dos puntos le convertiría, una temporada más, en miembro de pleno derecho de la Liga Guerreras Iberdrola. Pero, además, el triunfo ante las catalanas les acercaría hacia el objetivo del octavo puesto que, aunque complicado, quieren apurar hasta el final de la campaña.

Por ello, el Zuazo saltó al parqué de Lasesarre a por todas. Enchufadísimo. Tanto que su ímpetu sorprendió a las oponentes. Quizá por ello, en un abrir y cerrar de ojos, las rojinegras se pusieron hasta cinco goles arriba. Concentradas en defensa y veloces en ataque, las fabriles intentaron liquidar el partido por la vía rápida. De hecho, en el minuto 20, las dirigidas por Joseba Rodríguez dominaban por 11-7. Pero el Sant Quirze no se iba a dar por vencido tan sencillo. No había hecho 600 kilómetros para caer antes del descanso. Por eso apretó, subió la presión y puso nerviosas a las locales. Tanto que logró reducir el margen hasta un tanto (14-13) al irse a los vestuarios.

El susto en el último parcial del primer tiempo espabiló al Zuazo, que regresó del descanso con hambre. Así, el comienzo del segundo acto fue calcado al del primero. Las rojinegras subieron de marcha para volver a poner distancia con su rival (19-15). Entonces, al Sant Quirze le empezaron a faltar las fuerzas. Comenzó a notar el cansancio de un viaje largo y un oponente intenso. Por ello, las de Rodríguez pudieron relajarse y jugar los últimos parciales con más tranquilidad. Gustándose con el balón, dando opciones a todas las compañeras y disfrutando de una clara victoria que las coloca una temporada más, y ya harán 11 consecutivas, en la élite del balonmano femenino estatal.