bilbao - Jon Rahm no se va a marchar del Augusta National sin pelear sus opciones hasta el final, aunque lo tiene prácticamente imposible. El año pasado llegó a la última jornada en cuarta posición a seis golpes del líder y luego campeón Patrick Reed. Hoy saldrá casi igual, a siete del primer puesto, y en el decimocuarto puesto. La gran diferencia es que tiene por medio a un amplio elenco de ganadores de grandes, a jugadores de Ryder Cup, a dos excelsos golfistas jóvenes como Tony Finau y Xander Schauffele que buscan como el de Barrika su primer major, al sorprendente sudafricano Justin Harding y... a Tiger Woods, que durante un montón de años comió aparte en el golf mundial y quiere volver a hacerlo para delirio del público que está siguiendo en masa sus partidos en esta edición del Masters.

Un bogey en el último hoyo le hizo perder algunas posiciones y arruinar todo el trabajo del último tercio de vuelta en el que apuntó una reacción frustrada. En cualquier caso, el resultado de -6, con tres vueltas bajo par, que acumula Rahm tiene mérito. Empezó a alto nivel el jueves, pero no ha logrado alcanzar esta semana la excelencia, una de esas vueltas que marcan la diferencia como las que ayer protagonizaron llegando desde atrás Finau, Webb Simpson o Patrick Cantlay, los tres con ocho bajo par ayer, el -6 de Francesco Molinari o el -5 de Woods en un campo que está siendo mucho más amable de lo habitual. El de Barrika no empezó mal, con opciones de birdie, pero un bogey en el 4 tras visitar un bunker le dio un aviso de que las cosas iban a ser duras.

Los hierros no están funcionando al nivel esperado y necesario en un escenario en el que los segundos golpes son determinantes y a Rahm no le está siendo fácil sumar con regularidad buenas oportunidades de descontar golpes. La tarea está más en no perderlos y así es imposible progresar en la clasificación. En un día del movimiento que hizo honor a su nombre, el golfista vizcaino llegó a caer al puesto 21 por una simple razón: desde el hoyo 3 del segundo día al 13 de ayer encadenó 27 hoyos sin arrancarle un birdie al campo. Por delante y por detrás suyo, algunos jugadores, lo mismo daba veterano que jóvenes, parecían infalibles para mostrar un nivel de golf estratosférico.

Los hoyos pasaban y en el rostro de Rahm se reflejaban algunos gestos de incredulidad por algunos golpes que no alcanzaban el destino esperado y se quedaban demasiado lejos de las banderas. Hasta que encontró el que llevaba buscando mucho tiempo. Su segundo golpe en el par 5 del hoyo 13 fue uno de los mejores esta semana y se dejó una franca opción de eagle que convirtió para descontar dos impactos y remontar varios puestos. Era otro de los debes, los pares 5 se le están resistiendo más de lo habitual por esa precisión menor con los hierros, pero en el 15 volvió a tirar para eagle.

Al menos, sacó otro birdie que le puso, pese a todas las dificultades, cerca del Top 10 de un torneo que se ha puesto carísimo por la calidad y la cantidad de los aspirantes. Ese bogey final, después de que un mal bote le mandara la bola a la arena, coloca a Jon Rahm ante el objetivo más asequible de sumar otro puesto entre los diez primeros en su temporada porque no siquiera una vuelta extraordinaria, del orden de siete u ocho bajo par, parece suficiente para obrar el milagro.

Porque la firma de tarjeta del golfista de Barrika coincidió casi en el tiempo con el momento en que Molinari, con cuatro birdies seguidos, Woods y Koepka habían puesto la quinta marcha para acompañar a Finau con su marcador en dos dígitos. Los datos del italiano, que lleva un año y medio en estado de gracia, son abrumadores: de los últimos 162 hoyos que ha jugado en los majors en solo ha hecho un resultado por encima del par. El ganador del último British Open jugó a la italiana, con una gran seguridad y sin cometer errores y se ha colocado en una gran posición para ganar su segundo grande. Hoy volverá a compartir partido estelar con Tiger en un major: en la anterior, en Carnoustie, se llevó el título.

cambio de planes Sin embargo, todo puede pasar en una última jornada que será muy diferente de lo habitual porque las previsiones de fuertes tormentas en el estado de Georgia para la tarde de hoy llevaron a los responsables del Augusta National a adelantar y modificar los horarios de salida de la última jornada para tratar de acabar el torneo cuanto antes y, a poder ser, en domingo. Así, los jugadores saldrán a las 13.30 horas de Euskadi en grupo de tres y desde los tees del 1 y del 10 y los líderes arrancarán a las 15.20 horas.

1. Francesco Molinari-13

2. Tony Finau-11

2. Tiger Woods-11

4. Brooks Koepka-10

5. Webb Simpson-9

5. Ian Poulter-9

7. Justin Harding-8

7. Matt Kuchar-8

7. Xander Schuffele-8

14. Jon Rahm-6