El derbi liguero guipuzcoano entre el Eibar y la Real Sociedad (20.00 horas, Movistar LaLiga) llega, tres semanas después de su aplazamiento por la alerta medioambiental provocada por accidente en el vertedero de Zaldibar, en una situación de urgencia para el equipo armero, con solo dos puntos por encima de los puestos de descenso, y en un gran momento de los donostiarras, que se situarían en puestos de Champions de conseguir la victoria, además de saborear su clasificación para la final de Copa.

Pese al contraste, José Luis Mendilibar, el técnico del conjunto eibarrés, se mostró ayer confiado en aprovechar esta “bola extra” que le ofrece el partido aplazado al calor de las estadísticas, nada buenas para la Real, cuyo último triunfo fue hace trece años y ha perdido en cuatro de sus cinco últimas visitas.

Preocupado por disputar dos partidos en tan corto espacio de tiempo, Mendilibar afirmó que su plantilla “por el estilo de juego” se ve obligada a hacer “muchos esfuerzos para poder jugar cada tres días”, motivo por el que habrá varios cambios con respecto al equipo que perdió ante el Mallorca, posiblemente “la mitad” del once.

Con el descenso amenazando, Mendilibar valora que su equipo dependa de sí mismo y no espera a una Real especialmente generosa. “Los que tenemos que librar la categoría somos nosotros, nadie nos va a regalar nada”.

Además, la acumulación de partidos por la Copa, sumado al esfuerzo extra en este encuentro aplazado, obligó a Imanol Alguacil a cambiar medio equipo ante el Barça el pasado sábado, por lo que todo apunta que volverá a haber modificaciones para acercarse más al once que se clasificó en Miranda para la final de Copa.

Esto haría retornar al bloque inicial a Mikel Oyarzabal, que tuvo muchos minutos de descanso el pasado sábado, y probablemente también a Adnan Januzaj, que no jugó en el Camp Nou tras haber marcado en los dos partidos anteriores de liga.

“Es cierto que ellos están necesitados pero todos conocemos cómo se comportan los equipos de Mendilibar, sobre todo cuando juegan en su casa y éste va a ser un partido difícil seguro”, declaró ayer Imanol Alguacil, antes de dirigir el entrenamiento de la Real en Zubieta.

La Real, deficiente a domicilio La Real llega a este encuentro como uno de los equipos que más gana fuera de casa (5 victorias), pero, por otro lado, visitará Eibar con tres derrotas seguidas en sus últimas salidas ante el Betis, Leganés y Barça.

El equipo armero se llevó el pasado sábado un duro golpe moral con la imprevista derrota contra el Mallorca, que no había ganado fuera de casa, por lo que ahora las plazas de peligro quedan a dos puntos y urge reaccionar para que los nervios no terminen de devorar a los jugadores de José Luis Mendilibar. Si el partido se hubiera disputado cuando correspondía, en la jornada 24, el Eibar lo afrontaría con seis puntos sobre las plazas de descenso, lo que hubiera dado un matiz totalmente diferente al derbi.

Mendilibar no podrá contar con el central Paulo Oliveira, sancionado por acumulación de tarjetas, ausencia que abre la puerta a Burgos, mientras que las incertidumbres se acentúan de medio campo hacia adelante tras el deficiente partido ante el Mallorca con opciones para el japonés Inui y el mediocampista Quique González.

El calendario que deberá de afrontar el Eibar intimida. Al partido ante la Real, le sucederán el Real Madrid, Athletic, Getafe y Valencia, ante los que los eibarreses se juegan media permanencia.

“Los que tenemos que librar la categoría somos nosotros; nadie nos va a regalar nada”

José Luis Mendilibar

Entrenador de la SD Eibar