ESTABA claro que era la etapa decisiva antes del día de descanso. Una jornada en la que la gente no se iba a guardar nada. Se veía que era un all in, una apuesta decidida para coger la fuga. Se ha ido a tope desde la salida. La carrera estaba lanzadísima. La primera parte de la etapa se ha hecho a un ritmo de vértigo. En la parte final de la misma, el Ineos ha cogido las riendas con mucho convencimiento después de que el Groupama trabajara para el líder. El Ineos ha demostrado ser un bloque muy potente y fuerte, sin fisuras. Han trabajado a tope para Bernal. En ese sentido, el colombiano ha despejado todas las dudas y ahora mismo se muestra como el favorito número uno del Giro. Es un líder sólido. Por nuestra parte, la jornada empezaba con muy buena pinta y con varios corredores filtrados de inicio, pero se nos ha torcido del todo con la caída de Mohoric. Se le ha ido la rueda trasera y ha sufrido un golpe muy feo, golpeando el asfalto con la cabeza. Le ha salvado el casco. Ha sido un golpe muy peligroso. No ha podido continuar en carrera. Con el abandono de Mikel