CaPo. Esa es la palabra que utiliza Egan Bernal en todas sus conversaciones. “Buenos días, capo”; “capo, ¿dónde vas?”. La usa siempre. Y mira por dónde, el capo es él. El patrón del Tour de Francia. El campeón. Recordemos que Bernal iba a competir en el Giro, pero unos días antes se cayó y se rompió la clavícula. Eso le hizo cambiar los planes. El destino lo tenía escrito. La gloria era el Tour y no el Giro. El colombiano realizó una carrera muy buena, muy inteligente. Desde el principio hasta el final. Es verdad que ha contado con la ayuda del mejor equipo, el Ineos, que sabe lo que es ganar la carrera y controlarla. Lo hacen a la perfección. Bernal siempre estuvo con los mejores, pero sobre todo supo esperar a su momento, a su terreno, a las altas montañas de los Alpes, donde se hicieron las diferencias. Acostumbrado a esas alturas, supo sacarle provecho. Es el justo vencedor de la carrera. El mejor de todos los terrenos. El Ineos consigue la gloria tras conquistar un doblete con Bernal, primero, y Thomas, segundo. El colombiano es campeón del Tour con solo 22 años. Marcará una era.