tODOS teníamos esperanza de que un francés ganara después de Hinault y Thibaut estaba preparado para ello. Es un golpe duro para todos. Este Tour está loco, nadie podía imaginarse una jornada así”, aseguró el director de la carrera, Christian Prudhomme. El ciclismo francés estaba viviendo uno de los mejores momentos de los últimos años en el Tour. 34 años después de que Bernard Hinault se llevara la ronda gala, los franceses parecían despertar de la pesadilla. A falta de tres etapas, Julian Alaphilippe lideraba la general, y a 1:50 se encontraba Thibaut Pinot en quinta posición. La historia no tuvo final feliz. Pinot tuvo que abandonar la carrera por lesión muscular en la pierna izquierda, y Alaphilippe no resistió la cabalgada de Bernal que es el nuevo líder del Tour.

La 19ª etapa se presentaba decisiva pero, el día no arrancó bien para los intereses franceses. Pinot venía arrastrando problemas físicos y su estado no mejoró. A 93 kilómetros para el final, se acercó al coche médico para que le pusieran un vendaje. El dolor no cesó y a 88 kilómetros de meta, Pinot tuvo que abandonar el Tour entre lágrimas. El tercer clasificado de la general en 2014 soñaba con volver a hacer algo grande. Sin embargo, los sueños se diluyeron. Pinot había dado su última pedalada.

Philippe Mauduit, director deportivo del Groupama, dijo que el dolor de su ciclista había aparecido en la jornada del miércoles tras golpear el manillar de la bicicleta cuando intentaba esquivar una caída. Pinot venía de ganar en el Tourmalet -su tercera victoria de etapa en una Grande Boucle-, y se alzó como candidato al maillot amarillo. Su lesión le frenó en seco. Se metió al coche y cedió la esperanza de su país al líder del momento: Alaphilippe. Si bien, el galo se diluía a cada kilómetro. Bernal se disponía a encarrilar su primer Tour, pero la etapa se suspendió y fue una bombona de oxígeno para Alaphilippe. Se mantiene vivo cuando podría estar sin opciones. Pero su sentencia parece estar firmada. “No creo que pueda recuperar el maillot. He luchado, pero me ha superado un rival más fuerte y hay que aceptarlo”, dijo el francés.