EL Bilbao Basket aseguró el segundo puesto en una jornada que sirvió para hacer pruebas de cara a compromisos futuros y para ver el debut de un junior, Miguel Ruiz, que no se cortó ni un pelo en el minuto y medio que jugó y anotó un triple que levantó de sus asientos al público de Miribilla, deseoso de ver a uno de los chavales de la nueva cantera asomarse al primer equipo. El chaval salido de Loiola Indautxu ya había viajado en Navidad a Melilla para ir conociendo al grupo y ayer Álex Mumbrú le dio la oportunidad de salir a la cancha, en un rincón de la cual estaba su agradecida familia. Javi Salgado le cedió el testigo en una sustitución significativa y que ojalá apunte al futuro. Después del partido, a Miguel le raparon la cabeza sus compañeros y no le importaría.

Al margen de sucesos gozosos, la jornada de ayer obligaba a estar pendientes de otros partidos. Los resultados descartaron del play-off al Levitec Huesca, que acabará décimo, pero el Bilbao Basket no conocerá su rival hasta la última jornada. También se conocieron otro equipo descendido, el Barça B, el último rival de los hombres de negro en la liga regular que perdió ayer un duelo directo ante el Prat y ya no tiene opción. El Granada ocupa ahora mismo la novena posición y sería el rival del Bilbao Basket, pero las posiciones pueden cambiar la semana que viene porque se enfrentarán el octavo y el noveno y el quito y el sexto, con solo un partido de diferencia entre ellos y muchos empates múltiples que pueden afectar.

Lo más probable es que el equipo vizcaino se enfrente en la eliminatoria al Granada, el Palencia o el Valladolid, equipos con los que tiene un balance equilibrado de victorias en casa y derrotas fuera. Teniendo en cuenta que la ventaja de cancha será del Bilbao Basket no es mal augurio. La igualdad de la LEB Oro ha sido tal que todavía no se conoce ninguna de las cuatro eliminatorias que decidirán el ascenso, lo que impide que los equipos puedan preparar esos duelos con mayor precisión. Al técnico Álex Mumbrú y a sus jugadores les toca afrontar otro partido sin nada en juego, como el de ayer, y por eso es destacable la actitud del Bilbao Basket, ya que mantuvo siempre la tensión y no se dejó ir a lo largo del partido. El público pudo disfrutar de otra victoria y, sobre todo, de la sensación de que su equipo está preparado para lo importante.