CUANDO el próximo sábado el balón se lance al aire en el Palacio Municipal de Deportes San Pablo para dilucidar la identidad del equipo que levantará el trofeo de la Copa de la LEB Oro, el Bilbao Basket tendrá delante a un rival que llevará 118 días sin padecer la sensación más amarga para cualquier deportista profesional: la derrota. Ha llovido -e incluso nevado y granizado- desde aquel 14 de octubre del pasado año en el que el Betis Energía Plus hincara la rodilla en su visita al Valladolid, su segunda derrota en las tres primeras jornadas de liga, pero desde entonces el conjunto verdiblanco ha gobernado con puño de hierro la categoría de plata del baloncesto estatal, con una brutal racha de 18 victorias seguidas que aún sigue abierta. Para contextualizar esta gesta, cabe recordar que en los 23 años de historia de la LEB Oro el anterior mejor registro estaba en manos del Murcia, que en el ejercicio 2010/11 ganó 16 partidos de manera consecutiva.

El conjunto que dirige Curro Segura vive plácidamente instalado en lo más alto de la tabla, con cinco triunfos de ventaja respecto al segundo clasificado, el Bilbao Basket. Presenta el mejor ataque de la competición (83,9 puntos por partido), con el mejor porcentaje en tiros de dos puntos (55,5%), en triples (39,2%) y el segundo en lanzamientos desde la línea de personal (78,6%), y su principal rasgo distintivo es que no hace prisioneros. De sus 18 victorias consecutivas, diez han sido por doce o más puntos de ventaja, haciendo gala de un nivel de acierto e intensidad que le convierten en un rodillo. Y ello es posible gracias a una rotación tan amplia como multidisciplinar. Llama la atención el hecho de que entre los 83 jugadores que más minutos juegan por partido en la LEB Oro no figura ningún jugador del Betis Energía Plus. Eso sí, hasta ocho piezas verdiblancas -Dani Rodríguez, Tobias Borg, Obinna Enechionyia, Thomas Bropleh, John Dee, Lluis Costa, Pablo Almazán y Matt Stainbrook-, pisan la cancha entre 21 y 17 minutos de media. Con el presupuesto más boyante de la categoría con diferencia, el conjunto andaluz ha confeccionado un plantel cuyo decimosegundo jugador, Aleksandar Marcius, sería una pieza importantísima en la mayoría de los equipos de la categoría. Y ahí está también el veterano y siempre efectivo Mamadou Samb, que en los últimos años ha sido protagonista en equipos punteros de la LEB. Y el prometedor Rinads Malmanis, fichado del Baskonia. Y el espectacular Babatunde Olumuyiwa, con un físico colosal y especialista en jugar por encima del aro... Lo dicho, un auténtico All Star de la categoría. Y es que el Betis lo tiene absolutamente todo. Juventud y experiencia; puntos e intendencia; juego uno contra uno, tiro exterior, físico, eficacia en las distancias cortas y, por encima de todo, un importante ramillete de efectivos con muchas tablas en equipos que en los últimos cursos han acabado en puestos de ascenso a la Liga Endesa.

Precedente Y contra todo ello deberá pelear el Bilbao Basket si quiere dar la campanada y llevarse la Copa. Los hombres de negro tampoco son mancos en cuanto a calidad y fondo de armario y han demostrado ya que son capaces de gobernar partidos desde su trabajo defensivo, el mejor de la LEB. Eso sí, para tumbar a los verdiblancos necesitará un paso adelante de su juego ofensivo, mayor regularidad a la hora de mover sus guarismos y, sobre todo, un incremento en su acierto desde la línea de 6,75. En el duelo liguero de la primera vuelta en Sevilla, los hombres de negro cayeron por un ajustado 70-64 y compitieron hasta el final a base de bajar el ritmo de juego con posesiones largas y atar en corto los intentos de correr del rival. Por ahí volverá a ir probablemente el plan de juego bilbaino.