La ría fue testigo de un duelo repetido numerosas veces hace unos años. Un regreso al pasado. La vuelta a un duelo clásico que llevaba tiempo sin sucederse. Urdaibai contra Hondarribia y sin ningún invitado más. Los bermeotarras quisieron sacar músculo en la Bandera de Sestao, pero se encontraron con la respuesta de la Ama Guadalupekoa. Las dos traineras vivieron toda la regata emparejadas, muy cerca en alguna que otra ocasión, y su batalla no se resolvió hasta la última txanpa, cuando los hondarribitarras consiguieron meter la proa por delante. Fue una derrota de las que hace daño para los bermeotarras. El mal sabor del resultado, a pesar de que las sensaciones mostradas en el agua fueron buenas. Segundo puesto que sabe a poco al momento, pero que deja a los entrenados por Iker Zabala metidos de lleno en la pelea por cotas mayores.

La ría es una mezcla de dureza y estrategia. Potencia para remar a gran velocidad e ingenio para encontrar el mejor rumbo en un escenario donde encontrar la respuesta al laberinto que entraña acaba siendo decisivo. Son decisiones que hay que tomar en pocos segundos y en la tarde de ayer Urdaibai tuvo dos tácticas claras. En los tres primeros largos apostó por recorrer la menor cantidad de metros posibles. Aprovechó su calle con la corriente a favor y con ella en contra tiró de esfuerzo para aguantar en el mismo lugar y acortar su camino hacia la boya. Fue en el cuarto largo cuando las cosas cambiaron. Los bermeotarras primero viraron hacia la uno para acabar terminando en la cuatro. Un zig-zag que les hizo hacer muchos metros. Esa estrategia no provocó que los tiempos bailaran demasiado y se desconoce que hubiera ocurrido si hubieran optado por otro camino, pero lo que es cierto es que esa ruta no les llevó a la bandera.

El triunfo volvió a decidirse en la tanda de honor. Los cuatro mejores botes de este curso estuvieron una vez más por encima del resto y la lucha se decidió en el cara a cara final. Aunque esta vez no fue cosa de cuatro, sino de dos. Urdaibai y Hondarribia aprovecharon las calles centrales para sacar a relucir su potencia y rompieron la regata. Por detrás Donostiarra fue un querer y no poder y Orio quedó descolgado desde los primeros metros por una calle cuatro donde ninguna embarcación se sintió cómoda.

Solo quedaron Urdaibai y Hondarribia en cabeza. Las dos traineras se mantuvieron a la par. Los dos largos de ida fueron para los bermeotarras y el de vuelta para los hondarribitarras, aunque la Bou Bizkaia siempre marcó la proa de la regata. Todo se decidió en el último largo, con todo el campo de regatas para maniobrar. Los patroneados por Ioseba Amunarriz no dudaron y se lanzaron directamente a la calle uno, la mejor para volver, y Urdaibai trató de compensar eso buscando diferentes rumbos. Al final, las dos llegaron a la par al puente colgante, pero ahí Hondarribia estuvo mejor y logró la victoria.

Tandas anteriores

La emoción no solo estuvo en la lucha por la bandera. Las tandas anteriores también vivieron desenlaces de infarto y ahí Zierbena salió vencedor, aunque su buena actuación no le sirvió para arañar algún puesto más y tuvo que conformarse con el quinto puesto. Los ‘galipos’ muestran síntomas de mejoría y vivieron un duelo apasionante ante un Kaiku que hace tiempo dejó de ser una sorpresa. Los sestaoarras realizaron una grandísima regata y llegaron a los últimos metros en cabeza, pero Zierbena realizó una última txanpa llena de potencia para remontar y ganar por solo dos centésimas. Este esfuerzo final les sirvió también para batir el tiempo de Cabo, que acabó finalmente séptimo y además recibió la buena noticia de que el Juez Único aceptaba su recurso y le devolvía los puntos perdidos en A Coruña.

El resto de las tripulaciones vizcainas sufrieron más de lo normal. Santurtzi se mantuvo en su línea habitual de las últimas semanas y quedó noveno. Ondarroa no termina de dar el paso para salir de la parte baja y cayó hasta el décimo lugar. El gran derrotado de la jornada fue Lekittarra, que sufrió mucho por la calle cuatro y se hundió hasta el último puesto.