Bilbao - Aitzol Atutxa chocó la mano con Inhar Urruzuno después de acabar la cuarta tanda de 25 alzadas con la piedra redonda de cien kilos y empezó el tajo en sus últimos tres troncos de 45 pulgadas. Antes, el dimoztarra lanzaba miradas a Jokin Eizmendi, quien sufría en cada levantamiento y tenía que tomar oxígeno cuando el de Ondarroa ni siquiera tanteaba el pedal de freno, y acariciaba el cronómetro. Para entonces, la distancia entre la combinación vizcaina y la formada por Xabier Orbegozo, Arria V, y el zarauztarra se había abierto hasta casi el minuto. Así, antes de iniciar el último asalto a su modalidad, Atutxa barajaba tiempos y los modelaba para marcar su senda. Chocó la mano a Urruzuno e inició el ascenso con la aizkora. Era necesario ganar segundos para después, por la exigencia del 5Kirol, el pentatlón del herri kirolak, establecer un patrón que no les hiciera desinflarse en la tronza tras pasar por las txingas y el yunque.

Atutxa II finalizó el trabajo con el hacha con 54 segundos sobre Arria V y Eizmendi, tocado, y Urruzuno comenzó con las txingas de 50 kilos -una en cada mano-. Eran doce clavos (336 metros) y los vizcainos tomaron la decisión de dividir la contracancha del frontón Bizkaia de Bilbao a la mitad para favorecer el intercambio del testigo, aumentar los relevos y oxigenar más el tajo. Funcionó a largo plazo. Arria V y Eizmendi optaron por alargar cada cabalgada y apretaron los dientes. Recortaron, pero lo pagaron. ¡Que vienen!

Aun así, la falla existente entre ambas combinaciones permitió que las 150 alzadas del yunque de 18 kilos se convirtieran en una tortura para los guipuzcoanos. Urruzuno asumió responsabilidades en una prueba físicamente muy exigente y Atutxa II aplicó velocidad, siempre sin romperse en el intento. Sí que lo hicieron los azules. Eizmendi dio síntomas de agotamiento a partir de la segunda mitad de esfuerzo. Con el cartón 150 colorado, los azules únicamente llevaban 110. Y en la tronza llegó la sangría. La fortaleza de los vizcainos, siempre por delante, destrozó a sus contrincantes en los diez cortes al tronco de 45 pulgadas. Pararon el crono en 41:17 minutos. Sus adversarios, 4:18 después. De agonía. Atutxa II-Urruzuno son los primeros campeones de un pentatlón épico fabricada para percherones.