La música de la vasca Miren Iza, al frente de su proyecto Tulsa, entre la canción de autor indie y el pop introspectivo y feminista, y los sonidos de los espirituales afroamericanos de Joyful Gospel Choir lideran la agenda musical de este jueves 30 de mayo en Bizkaia, que se completa con los recitales de Martin Nevin Quartet, La Furia, Asier Talanda y Oscar Jareño y El Clan Mestizo.
Tulsa
En el Kafe Antzokia de Bilbao, a las 21.30 horas. Entradas a 20 euros.
La compositora y cantante vasca Miren Iza, líder del proyecto Tulsa, regresa a Euskadi para presentar con el apoyo de su grupo su último disco, Amadora, que fue finalista a mejor álbum estatal del año 2023 en los Premios Ruido. Iza, que se dio a conocer en 2007 con un disco, Solo me has rozado, ligado al country alternativo de raíz estadounidense, y se asentó con Espera la pálida aunque su trabajo dio un profundo giro con Centauros.
Su reciente Amadora es un rica obra de carácter conceptual, autobiográfica, sensible y dominada por los teclados a través de canciones como Melocotón, Tacones lejanos o No quiero hacer historia, que presentará junto a viejos éxitos como Oda al amor efímero o Pequeñas embestidas. El repertorio ofrece una mirada femenina desde perspectivas diferentes y centrado en “el dolor y los embrollos en el cuerpo que aparecen como fuga o facilitadores de preguntas esenciales acerca del amor, la maternidad, la amistad o la identidad y la entidad de las señoras”. De esas mujeres y de todo el dolor que habita en sus cuerpos habla el trabajo.
La gira supone el primer proyecto conjunto de Iza con la dramaturga y directora de escena María Velasco. “¿Se puede ser maldita y pop? Amadora es una respuesta afirmativa, tiene chispa y aromas surrreales. Es un suceso profundamente original dentro el indie”, explica Velasco sobre este trabajo conjunto. “Escapa a la música de consumo rápido con composiciones que hacen pensar en la literatura de Lucía Berlí, Motessa Moshfegh o Eider Rodríguez. La música es la prueba de que podemos reinventarnos a pesar de la pesada carga de la herencia y el daño”, apostilla.
Joyful Gospel Choir
En el Teatro Campos de Bilbao, a las 20.00 horas.
Esta agrupación de Vitoria–Gasteiz es el coro gospel de referencia en Euskadi y llega a Bilbao para presentar su segundo disco, Gospel del siglo XXI, grabado en en los estudios Tio Pete de Urduliz.
El grupo está compuesto por casi 40 cantantes y cinco músicos profesionales especializados en jazz tras estudiar en Musikene, Conservatorio Pablo Sarasate, el Liceo de Barcelona… Además de gospel contemporáneo, su espectáculo de directo incorpora funk, soul y mucha energía sobre el escenario. Estibaliz Urkiza dirige a la formación.
Martin Nevin Quartet
En Jazzon Aretoa, desde las 20.00 horas. Entradas a 20 euros.
Martin Nevin, compositor y contrabajista, es una de las figuras clave de la escena neoyorquina e internacional de la escena jazz. Residente en Brooklyn, ha grabado y girado por todo el mundo con músicos tan notables como Albert ‘Tootie’ Heath, Billy Hart, Greg Osby, Jason Moran, Ambrose Akinmusire, Ethan Iverson o Aaron Parks, entre otros. Completan el cuarteto Román Filiu (saxo alto), Pier Bruera (batería) y Roberto Nieva (saxo tenor).
Oscar Jareño y El Clan Mestizo
En Bilbao, en Zorrotza, en la plaza del Ferial, a las 19.30 horas. Gratis.
Asier Talanda
En Bilbao, en el barrio de Arangoiti, en la plaza Arane. 19.30 horas. Gratis y en el ámbito del ciclo Musikauzo 2024.
La Furia
En Abadiño, en Amaraun Arte Fabrika, desde las 19.30 horas.
La Furia, autora de éxitos como Pecadora, Bruja del norte o Ya están aquí, es una rapera profundamente feminista que lucha con sus canciones contra la censura invisible que vive la mujer “cuando no pasamos por depende qué aros” en el mundo de la industria del arte y la música. “Se produce un abuso sistemático e histórico por parte del poder, del colectivo masculino que domina el sector. Y es difícil desenmascararlo”, asegura.
Junto a sus canciones más conocidas interpretará sus dos últimos singles, editados este año: el bilingüe Erro, compartido con ODEI, y Promenade, un rap susurrante que tiene su refugio en sólidas bases musicales marcadamente electrónicas. “Yo me puedo cagar en Dios y hacer que rime porque no estamos en una dictadura y el arte es transgresión, no decoración. La ley debe amparar al artista porque tenemos derechos”, defiende la navarra.
