Cinco años después de Poliamor, el transformista Yogurinha Borova regresa a la actualidad con el disco Amona molona (Gor. Baga Biga), su primero trabajo dirigido a la infancia. Sus siete canciones de pop abierto al ska, la electrónico y a los ritmos rumberos y africanos, es un tratado anti bullying y de defensa de la diversidad, el empoderamiento de niños y jóvenes y la necesidad de los cuidados. “Me encanta que los txikis vean a una drag queen como yo como alguien alegre y divertido”, explica el transformista laudiotarra.

Eduardo Gabiña Marañón se esconde detrás de Yogurinha Borova, el alias artístico surgido en Bilbao, en 1994, en el seno del grupo Transtornista Kabaret. Una década después comenzó su andadura en solitario, en la que ha estado involucrado en infinidad de salsas culturales, espectáculos y programas de televisión. Además, cultiva una faceta como fotógrafo profesional y cuenta con varios discos editados desde 2011.

Un lustro después de Poliamor, publica ahora, de cara a la Azoka de Durango, su cuarto álbum, Amona Molona, “el primero destinado a los niños”, a quien busca enviar “un mensaje alegre mientras escuchan música, además de empoderarlos”, explica. Aliándose a ritmos simples y bailables de fibra electrónica, Borova busca un doble objetivo en estas siete canciones cantadas en euskera: la educación a la infancia y juventud en tolerancia, a través de la reflexión y el análisis, y, al mismo tiempo, que disfruten y bailen sin prejuicios y dejando volar la imaginación.

“Es el primer disco que hago para los y las más peques en euskera. Una amatxu en el Casco Viejo de Bilbao se me acercó y me comentó que sus niños están en la ikastola Kirikiño, y que para pedir mis canciones le decían a las irakasles que les pusiesen las canciones de Amona molona, en referencia a mí”, explica Borova. “Me encantó que me vieran así los peques, como una amona y me dio la idea base de este disco. Soy una transformista, drag queen adulta, y que los peques me vean como algo alegre y divertido me encanta”, apostilla.

Ritmos diversos

Borova impregna de ritmos diversos este disco, del que se queda fuera su última canción publicada, titulada Normal –“no quiero ser normal, siempre igual, muy formal, huyamos de las normas…”, canta en ella– y compuesta por Juan Suerio, autor de temas de Fangoria como Espectacular. El tema que titula el álbum es un “ska movidito”; Muturbeltz mundura!! ofrece “un toque de flamenco y rumba” en honor a Laurita Siles, artista que combina arte, creación, tema rural y folklore en favor de la oveja de Karrantza en peligro de extinción; de ritmos africanos y bailables en Sentipenak askatu; de balada íntima en Ausarten kluba y de baile desaforado en Dantzatu y Oporrak, esta última con freseados rap.

El mensaje que Borova desea transmitir es claro con este repertorio, que traslada al disco los espectáculos infantiles que lleva presentando en ikastolas en los últimos años. Se advierte en Zaintzaren dantza, “la canción troncal” de esas fiestas infantiles, que se centran en los cuidados “personales, a la naturaleza, a los mayores y los más débiles”, la diversidad y la lucha contra el bullying. Hasta la fecha ha ofrecido 90 bajo el título de Meri, Mari eta Lari, con coreografías sencillas para que los txikis bailen sus canciones.

Amona molona se ha grabado y mezclado este mismo mes de noviembre en el estudio de Rubén G. Mateos en la mayoría de su repertorio. El propio Mateos, Mikel Inun e Iker Sadaba son responsables de las canciones, mientras que la autoría de las letras recae en Jon Altza y Galder Pérez, Meri Urcelay, Bihotz Gorospe, Alberto Domingo y la propia Yogurinha Borova. El disco incluye colaboraciones de Maddi, Jare, Ekai, Maite, Jon Zabala, Hegoa Rivas Merino y Gilen Martín Urcelay.