La pandemia ha trasladado la edición de este año de Bilbao BBK Live a 2021 aunque, eso sí, se ofrece una oferta gratuita, recortada y on line desde hoy y hasta el sábado, con actuaciones de varios artistas y DJs. Las emisiones se pueden seguir en www.bilbaobbklive.com y en el canal de YouTube del festival

Las actuaciones arrancan hoy, desde las 21.00 horas, con el pop contundente y noventero de Yawners, el proyecto de Elena Nieto, y de la adolescente Dora, un fenómeno pop en Spotify y YouTube a pesar de contar con apenas varios singles. Mañana será el turno para El Columpio Asesino y Katza, DJ afincado en Bilbao.

El cierre llegará el sábado con la música heterodoxa y experimental de Amorante, que contará con Elle Belga como invitados, y el baile que propondrá el músico y DJ electrónico catalán John Talabot.

El Columpio Asesino regresa a los escenarios mañana en el marco de Bilbao BBK Live Uda, donde ofrecerán un recital en Kobetamendi que solo se podrá seguir on line. Los navarros presentarán su disco Ataque celeste (Oso Polita), el más pop y bailable de su carrera aunque sin renegar de su turbio ADN.

Los navarros, uno de los grupos de culto del indie estatal, le estaba "dando duro" a los ensayos cuando llegó el estado de alarma y tuvieron que suspender su gira por México y la presentación en festivales de su último disco. Aunque de manera virtual, su paso por el Bilbao BBK Live se mantiene. "Será emocionante", explica el cantante y batería de la banda, Álbaro Arizaleta.

Tras encadenar giras y grabaciones desde principios de milenio, El Columpio Asesino, un grupo "muy exigente con nosotros mismos", regresó hace unos meses con Ataque celeste, disco con el que cerraban un periodo de ausencia de seis años. "No nos gusta reandar caminos, sino sorprender y sorprendernos. Por ello, el camino ha sido muy intenso y las emociones, un sube y baja. Decidimos tomarnos un descanso tras la última gira y después nos ha costado mucho cuadrarlo. No teníamos prisa", explica Arizaleta.

El disco, que gira en torno "a las voces enfrentadas que nos acechan por la noche, a ese conflicto interior en el que te planteas dejarlo todo", traslada la filosofía de los navarros, a las dudas que acechan a quienes se dedican al trabajo creativo.

"El grupo nos da para vivir, pero es un trabajo duro, exigente e inestable. Hubo momentos de dudas y de tirar la toalla -explica-. De hecho, nos planteamos el final del grupo desde el primer disco. Somos como el viejo matrimonio de vacaciones que a la vuelta piensa en divorciarse porque no se aguantan, pero siguen juntos", remata entre risas.

Reverenciados por la crítica, El Columpio Asesino ha aparcado la vertiente más social del anterior Ballenas muertas en San Sebastián y cerrado el círculo en "el conflicto interior" del ser humano actual. "Hemos cerrado el foco y está centrado en los problemas personales, los que afectan a todos, fachas o no, pobres o no. Es enfrentarse a uno mismo", teoriza Albaro, quien liga el título del disco a "la angustia que algunos sufrimos ante la obligación de aprovechamiento del tiempo y de ser feliz que existe como obligación social".

Los navarros, que reivindican la melancolía y la tristeza, no dejan de lado ese lado turbio -"el lado b de la vida"-que marca su ADN en sus nuevas canciones. Eso sí, lo hacen con su disco más pop, melódico y bailable. "Habíamos cerrado un círculo musical y buscamos trabajar más la melodía, pero luego el proceso te lleva a otros lugares", prosigue Albaro.

"Hay bajos más marcados y menos oscuridad. Somos una coctelera brutal de influencias. Está New Order, evidentemente, y hasta The Clash o Nick Cave. Algunos están enmascarados, claro", apostilla.

"El disco es menos social que el anterior, centra el foco en los problemas de las personas actuales"

Batería de El Columpio Asesino