Entre dientes se reían Vainica Doble, casi de todo y de todos en la década de los 70, en un mundo particular poblado de unicornios, arcoiris químicos, sitares, guitarras eléctricas y una canción de autor henchida de pop y rock, y alimentada de hongos alucinógenos y poesía crítica y costumbrista.

Despuntaba un supuesto "nuevo mundo" tras la muerte de Franco y allí estaban ellas, totalmente a contracorriente, en 1976, con esta oda contra los agoreros, pidiendo que les dejaran vivir con alegría y optimismo. Como ellas mismas decidieran. Y disfrutar de la felicidad de vivir la vida y el día a día, casi hora a hora, con sentido positivo y de manera personal, sin atender a requerimientos e, incluso, compasiones externas, teñidas de xenofobia.

Vainica Doble, una de las propuestas más exóticas, heterodoxas y reivindicables de la historia de la música popular estatal, fue un dúo formado por Gloria van Aerssen (1932-2015) y Carmen Santonja (1934-2000). Ejemplo de féminas ilustradas, universitarias y libres en una época gris, ellas, ya fallecidas, desarrollaron su carrera de manera intermitente, en los años 70 y hasta mediados de los 80, aunque regresaron con sendos discos, Carbono 14 y En familia, en 1997 y 2000, respectivamente, ya convertidas ya en mito tras el apoyo inicial de personajes de la movida madrileña como Carlos Berlanga y El Zurdo, que descubrieron su obra a grupos de música alternativa como Nosotrash, Los Planetas o Le Mans, entre otros.

El vídeo que os proponemos es una versión en directo de Déjame vivir con alegría en el programa de televisión Musical Expres del catalán Ángel Casas. Incluye la colaboración del músico gallego de folk Emilio Cao, cuya arpa sustituye al sitar de Guadalberto de la versión original.

Letra

"Déjame que descanse un rato al sol,

déjame vivir con alegría,

si he pescado bastante para hoy,

mañana será otro día,

no faltará un caracol.

Yo no cambio tu ananás por mi limón,

yo no cambio tu salmón por mi salmonete,

mete la 'Rolley-Flex' en un cajón

agarra la puerta y vete,

no te quiero en mi rincón.

Y un higo chumbo y una aceituna

tu nuevo mundo yo descubrí con Colón.

Y una aceituna y un higo chumbo,

vete a tu Luna y déjame en mi rincón.

Oscurita es mi pigmentación,

y mi cuerpo es enjuto y resistente,

rubias gentes me tienen compasión

porque me falta algún diente

y entre dientes me río yo.

Con un dátil por alimentación,

con un dátil yo inventé la democracia,

con un dátil yo te gano el maratón,

no me hace ninguna gracia

que me tengas compasión"