Esta es una historia un tanto curiosa. Réplica de la múltiple contaminación, los habitantes de una región de Moscú pusieron punto y final a tal asunto.

Ya hace tiempo, que, los habitantes de Oktiábriski, una pequeña comarca rusa, estaban hartos de ver su lago sucio, contaminado y con un feo aspecto.

Además, la próxima cercanía al vertedero de Makeevka, también fomentaba la contaminación de las aguas.

Las infinitudes formas de concienciar a los visitantes, habían resultado en vano y finalmente eran ellos, los propios vecinos, los, que, finalmente recogían la suciedad.

Una idea graciosamente macabra

Como idea comunitaria, los vecinos de Oktiábriski idearon una idea un tanto tétrica, aunque con virutas humorísticas.

Con el fin de evitar esta práctica, se puso en marcha un proyecto para asustar y concienciar a los más descuidados.

'La Muerte', una escultura verdaderamente espeluznante simulando una de las figuras más temidas.

La estatua vestía con una capa con capucha negra, bastante reconocible, junto a la terrorífica guadaña apoyada en su hombro.

Un baño escalofriante

Al principio, los visitantes, que no tenían constancia de la peculiar instalación, se dieron un buen susto cuando se toparon con 'la Muerte'.

Concretamente, Vika Ryabchic, una joven de la comarca también se horrorizó al ver la escultura.

Una mañana decidió coger su bicicleta para dar un paseo, con el fin de darse un buen baño al final del trayecto.

"Hace unos años, dicen los residentes locales, que el lago estaba limpio y la gente del pueblo venía a sumergirse allí, en tiempos de calor. Bueno, ahora la misma Muerte se sumerge y pesca alli". Sostenía entre risas la joven, en la aplicación de instagram.

Finalmente, esta tétrica estampa resultó ser una buena iniciativa y ha surtido efecto.

Y, es, que, esta entidad antropomórfica, presente en todas las culturas y religiones, también quiso visitar la zona soviética. Afortunadamente, solo ha sido un susto.