Esa atmósfera tan propia del verano, ese aire denso que todo lo envuelve, volvió a vivirse en la terraza del museo Guggenheim, donde el arte vivido al aire libre cautiva. Acordes vibrantes, ritmo y son, el swing que tanto se admira y el flow que tanto relaja y toda la atracción cautivadora del jazz envuelven los atardeceres del verano en la terraza del Museo Guggenheim Bilbao, que acogerá cada miércoles, como antaño, una nueva edición del programa Art & Music Summer Edition. Hace siete días abrió las puertas de palacio Chickjuarez trío, una formación compuesta por David Juárez al piano; Ander García en el contrabajo y Aritza Castro batería. Ayer le tomaron el relevo FS Standards Quartet, banda formada por Andoni Aizpuru con el saxo; Richie Salvador al piano; Fran Serrano a bordo del contrabajo y de nuevo Aritza Castro sentado en el trono de la batería. Encandiló a los presentes.
Antes de que les vaya detallando lo vivido ayer, permítanme que les cuente que el miércoles que viene aparecerá en escena Carlos Velasco, un veterano músico que, además de ser conocido por sus proyectos de jazz, blues y rock, ha tocado en discos de Dinamita Pa Los Pollos, Jeanette, Armando Manzanero y otros nombres, más comerciales aún, como Mocedades, Raúl Diblasio o Alejandro Sanz. En esta ocasión estará con su banda Jazz of the Season 4tet y lo que promete evoca a una tarde digna de refocile. El programa viajará de miércoles en miércoles hasta finales de agosto. Todo un refresco para el alma y fuego para el corazón.
Celebró su segundo miércoles de julio de ritmo candente con la actuación de FS Standards Quartet que encandiló
Entremos, no obstante, en la terraza de ayer, con la climatología favoreciendo el concierto. Entre las mesas se movía un hombre de Jazzon como Gorka Reino, organizador de los recitales de los miércoles –desde 2020, tiempos de pandemia, se decidió ofrecer los conciertos en la terraza pero Gorka recordaba que ya en 2007 organizaba los conciertos de agosto en el interior del museo. Hoy los conciertos de Aste Nagusia se han sumado al programa...–, atento a que todo fluyese. A la cita fue llegando la gente a cuentagotas hasta poblar la terraza. A la cita no faltaron dos trompetistas de largo recorrido y mucha habilidad como el neurólogo José Larracoechea y Raimundo Flores, Mundi; Josune Balerdi; las jóvenes Lucía Humanes y Daniela Pineda; Iratxe Salido, voz cantante en la organización de la terraza, Marisa Olmos, Javier Muguruza, Isabel Iriarte, Belén Bilbao, Begoña Rodríguez, Carmen Galeano y Leticia Diego de Somonte entre otra gente melómana que disfrutó de un recital que cautivó a la gente que asistió al encuentro con el jazz. Si se considera que en el kiosco de abajo, junto a los columpios y la fuente ubicados a los pies del museo, sonaba otro recital de jazz a puerta abierta (para presenciar el concierto del museo había que pagar, con derecho a dos consumiciones: 13 pavos del ala...) uno diría que el cielo de Bilbao se encapotó con la música de Nueva Orleans.
Sigamos de paseo por la terraza del museo. Allí se encontraban Luz Angulo, Esperanza Gisbert, María Olarra, Pili Cana y Begoña Zarraoa entre otra gente. Lo que les decía, hubo gente que esquivó el pago y bajó las escaleras en pos de jazz a la orilla de la ría. Entre ellos se encontraban Miguel Santamaría, Izaskun Bengoetxea, Idoia Bilbao, Javier Artetxe, Josean Hernández, Maite Zaldua, Andoni Izagirre, Begoña Palacios, Iñigo Mendia, Ander Mendizabal, Ainhoa Olabarria, junto a las amigas Sonia Etxebarria y Alazne Marín, un trío que no pudo o no quiso acceder al concierto del Museo Guggenheim y decidió bajar; Luis Herreros, Carmen Suárez y un buen grupo de gente melómana. Fue, ya lo ven, la tarde del jazz, esa música cosmopolita que ha conquistado escenarios de medio mundo. En Bilbao cada día se aprecia más. Es símbolo de los nuevos tiempos.