EL sirimiri, ese característico vecino de Bilbao, no quiso perderse las dos películas que se proyectaban ayer en la Plaza de Indautxu dentro del programa municipal Un verano de cine. Se presentó puntual, cinco minutos antes del inicio de la sesión doble, a eso de las 21.25 horas. Como un clavo. El sirimiri es un caballero bien educado. Compareció silencioso, sin bolsa de patatas fritas, y transversalmente, como decía Blas de Otero.

La lluvia ligera no arredró a nadie. Esto es el botxo. Florecieron los paraguas aquí y allá y apareció alguna bolsa de plástico sobre las cabezas. La pantalla de 4,8 por 2,5 metros siguió albergando las imágenes y el presentador, Juanjo Otero, vestido de blanco y con gafas del mismo color anunció las dos películas: el corto El fin de todas las cosas y el largometraje Carmen y Lola.

Lo que sí obró el sirimiri fue el milagro de las sillas andarinas. Los 250 asientos de tijera dispuestos en ordenados cuadros frente a la pantalla, que se situaba a unos pocos metros de la puerta del Salón El Carmen, en la parte alta de la plaza, empezaron a emigrar. Un buen puñado de ellos se reubicaron bajo la pérgola circular, y cubierta, que rodea el vano central de la plaza. El ingenio y el sentido común transformaron el espacio, hasta ese momento convencional, aunque al aire libre, en un original cine redondo. En Bilbao pasan estas cosas.

Otero, que lleva tres años animando esta actividad, entrevistó allí mismo a la directora del cortometraje de quince minutos, Norma Vila, a la que describió como “una sheriff de lo audiovisual”.

Después llegó el turno de Carmen y Lola, dirigida por la realizadora bilbaina Arantxa Etxebarria.

PÚBLICO FAMILIAR Entre el público, familias, grupos de amigos y amigas y mucha chavalería. Yolanda García, muy aficionada a Un verano de cine, acudió con Silvia Hernández y Virginia Pagarizabal. “Vengo siempre que puedo. Empecé en Txurdinaga el año pasado, que vi una de las de La guerra de las galaxias. Lo pasé muy bien. Me parece una forma distinta de disfrutar del cine. Es una iniciativa superinteresante”, aseguró.

Haritz Zubillaga, Idoia Esteban y Ana Hormaetxea asistieron junto a la directora Norma Vila. También se acercaron a la plaza Indautxu a ver las películas, Elisa Landín, Mar Hernández, Paulina Jones, Nuria Pérez, Laia Llambrich, Iratxe Azuega, Isabel Heredia, Zorione Aurrekoetxea, Alazne Martín y Naiara Bravo entre otras muchas personas. Hubo quien resistió frente a la pantalla y quien participó en la formación del cine circular.

Un verano de cine llegará durante las próximas semanas a la plaza Funikular, la plaza Ibarrekolanda, la plaza Karmelo y la plaza Errekalde con filmes como Handia o Jurassic world. Todas las sesiones comenzarán a las 21.30 horas y constarán de un cortometraje vasco y un largometraje. El sirimiri no está invitado. Pero puede presentarse.