- Abrir el libro Plencia. Una villa volcada al Mar. Siglos XIII-XVIII es sumergirse en información de diversa índole y con olor a salitre sobre el municipio de Uribe Kosta, mucha desconocida y que ha sido desempolvada por su autor, Pablo Amores. Pero también adentrarse, durante una serie de capítulos, en un mundo pretérito de piratas, corsarios, forajidos, saqueos, asaltos, galeones... Porque "sí, sí, en Plentzia hubo bastantes piratas y corsarios", enfatiza el escritor.

Esta obra de 630 páginas surca algunos mares de la piratería relacionada con la villa. Este ingeniero informático aficionado a la investigación histórica estaba sorprendido de que no hubiera más datos publicados relacionados con este tema. Por eso, al navegar por el ayer de su municipio y recopilar secuencias desconocidas, también decidió sacar a luz las aventuras piratas vinculadas con la villa desde el siglo XV al XVIII. "La documentación sobre los piratas estaba inédita en el Archivo de Protocolos de Bizkaia y ahí se ve, por ejemplo, que a cuatro marinos que pasaban a la altura de Plentzia (dos de Plentzia y otros dos franceses), les atacaron los piratas y entraron a la villa a poner la queja ante el escribano. No hay ninguna duda de que hubo problemas con piratas. Lo que pasa es que no se ha publicado nada hasta ahora", comenta Pablo. España fue uno de los países más afectados por la piratería. El reparto del Nuevo Mundo no había dejado satisfechos a los países europeos que no fueron incluidos, y que dieron patente de corso a numerosos piratas para que se convirtieran en corsarios a su servicio y robaran en alta mar las riquezas que trasladaban los españoles a casa desde el continente recién descubierto. En este sentido, la batalla entre ingleses y españoles sirvió de bandera para la proliferación de estos saqueadores. Pablo cita en su libro varios nombres propios, como el de Juan de Plasencia, pirata natural de localidad en 1477, que apresó un barco francés y otro de Barcelona; o el de los corsarios plencianos Santiago de Larrazabal y Juan Díaz Inglés, que apresaron sendos barcos franceses en 1544. "Uno de ellos lo trajeron a Plentzia y lo subastaron", apunta el autor de Plencia. Una villa volcada al Mar. Siglos XIII-XVIII. "Muchos tenían sus papeles de corsario. Otros no: el alcalde de Plentzia fue donde uno y le pidió los papeles para saber si era un corsario legal y como no los tenía, porque no estaban en guerra, escapó", añade Pablo.

A lo largo de las páginas, por lo tanto, aparecen numerosas aventuras y desventuras que llevan a la mente a pensar en esa saga de películas del siglo XXI. "A uno de Plentzia le apresaron el barco y el corsario o pirata le dijo que se lo devolvía si le entregaba un rescate. Le dejó venir con un bote a Plentzia, unos amigos le prestaron el dinero, volvió donde el pirata y recuperó su barco", relata este gran apasionado de la historia. Otra de las curiosidades que aporta esta publicación tiene que ver con el fortín de Arrico Arrichu, "que se encontraba en la playa de Plentzia, donde está actualmente la estación marina PiE; en él había cuatro cañones para defender la bahía y puerto. En 1793 se apresó a un corsario francés, y en 1794 varios plencianos prepararon la lancha corsaria La famosa Plenciana, con veinte tripulantes, para defender la bahía y el tráfico marítimo. En 1798 tres barcos fueron asaltados en la bahía de Plentzia por corsarios ingleses", rescata Pablo.

Sin embargo, el trabajo efectuado por este vecino de Uribe Kosta no se circunscribe solo a los bucaneros, ya que es una recopilación de personas, acontecimientos, patrimonio... de Plentzia a lo largo de cinco siglos y, especialmente, ligados a la mar. "También hablo de Domingo Ochoa de Iturribalzaga y Sertucha (Plencia 1546-Lisboa 1602), que fue nombrado piloto del San Martín, buque insignia de la Armada Invencible de 1588, y recibió el encargo de Felipe II de realizar varias misiones secretas en Inglaterra posteriormente. Como era el piloto más experto en los mares del norte, le dieron el cargo del piloto del buque insignia. Aparece en todos los libros sobre la Armada Invencible como Domingo Ochoa, pero nadie sabía de dónde era natural, dónde había vivido, de dónde procedía su familia... He encontrado su fecha de nacimiento, el testamento, la casa en la que vivió...", desvela Pablo, al que le gusta destapar lo oculto por el paso de los años y los siglos. Ya lo demostró en su primer libro: La puerta de Santa Bárbara de la Villa de Plencia, donde demuestra la existencia de una tercera puerta en la antigua muralla de la localidad, situada junto a la ría, donde estaban antes los muelles y el puerto. "Me interesa que se conozca la historia del pueblo", admite este vecino, más que experto en lo que pasó.

El libro. Son 630 páginas en las que se recoge la documentación histórica de Plentzia, de diversos archivos como el Histórico de la villa, el Histórico Provincial de Bizkaia, el Foral, el de Simancas, el de la Real Chancillería, The National Archives del Reino Unido, etc.

Los piratas. Estos saqueadores tienen protagonismo en la publicación porque les dedica cuatro capítulos. Juan de Plasencia, Santiago de Larrazabal y Juan Díaz Inglés son algunos de los nombres propios.

Bibliotecas. El autor va a dejar ejemplares en la biblioteca de Plentzia y en la de Bidebarrieta y de Diputación, en Bilbao.

"La documentación sobre los piratas estaba inédita en el Archivo de Protocolos de Bizkaia"

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