Con 27 años a la abadiñarra Janire Granero le diagnosticaron un cáncer de mama. Su positividad y la fuerza de superación le permitieron ganar la pelea a la enfermedad y seguir luchando por crear su propia empresa uniendo sus dos pasiones: el diseño de estampados y la ayuda a los demás. Así surge Memiimo, que ha sido premiada a través del programa Urratsbat, con uno de los Premios al Emprendimiento de FP Euskadi, que este año se han convocado bajo el lema Si creemos...lo creamos.

La joven de 31 años ha estudiado este curso en Maristak de Durango el Grado Superior de Administración y Finanzas y el propio centro formativo le animó a presentar su proyecto al prestigioso certamen. “La idea surgió cuando me detectaron un cáncer y no encontraba accesorios que se adaptasen a mis gustos y edad. Una vez superada la enfermedad, decidí crear mis propios accesorios y destinar parte de la recaudación a la investigación contra el cáncer”, explicó la directora creativa y diseñadora de Memiimo.

Tras completar un Grado Superior de Diseño en Bilbao, Janire se animó a llevar adelante su proyecto desarrollando estampados y confeccionando accesorios. Comenzó con turbantes y le siguieron coleteros, diademas o pañuelos de varios tamaños, entre otras creaciones. La idea de llevar a cabo el Grado Superior de Administración y Finanzas en Maristak vino “para reforzar un poco la empresa y saber gestionar las facturas y llevar todo los trámites”, reconoció con naturalidad.

En la actualidad, la joven emprendedora cuenta con tienda on line (www.memiimo.com) y realiza todos los estampados con diseños exclusivos de su propia marca. “Son ediciones limitadas porque hago pocas unidades y una vez agotadas no vuelvo a hacer el mismo accesorio con el mismo estampado”, reconoció añadiendo que “la enfermedad la llevé muy bien y con positividad; por eso todos los turbantes tienen mucho color; no se diseñar de otra manera que con color”.

Reconociendo que “lo difícil era venir de donde venía, de superar la enfermedad”, Janire hizo realidad su sueño creando un taller de diez metros cuadros que instaló en su propia casa rodeada de hilos de colores y telas. “Con una máquina de coser, un ordenador para diseñar y un poco de creatividad vamos bastante bien”, aseguró con humildad.

Agradecida porque “tengo mucha gente detrás que apoya el proyecto”, Janire insiste en la importancia que tiene la investigación y la prevención. “Un año y pico antes de diagnosticarme la enfermedad mi aita falleció de un cáncer. Siempre piensas que a ti no te puede pasar y de pronto te encuentras en esa situación. Este, sin duda, es el proyecto de mi vida y siempre digo que cada pieza que diseño se lleva una parte de mí”, puntualizó emocionada.

Funcionando de manera profesional desde 2018, el proyecto arrancó a finales de 2016 una vez la joven recibió el alta en Galdakao. A pesar de que ha recibido pedidos desde Alemania, el ámbito de venta se centra mayormente en el Estado y “me compra mucha gente de Euskadi”, aseguró agradecida. En este sentido, “el 2% de los beneficios anuales los destino a la lucha contar el cáncer”.

Orgullosa del reconocimiento que ha venido en la categoría Social, Janire ya ha gastado prácticamente los 2.500 euros del premio. “Me he comprado un ordenador y un iPad Pro que para diseñar viene genial”, explicó ilusionada consciente de que se trata de una gran inversión.